El Nogitsune se había fusionado por completo con Stiles Stilinski.
Había consumido toda su humanidad, sin embargo, lejos de lo que el ser oscuro creyó, su condición de criatura sobrenatural se vió completamente modificada.
No contaba con que su huésped, era una chispa, y como tal, la coexistencia de ambas naturalezas, creaba un desbalance, impidiéndole al zorro tomar el control del humano. Sin embargo, esto no era suficiente para expulsarlo de igual manera.
Y ahora, un nuevo ser había sido creado. Con todos los recuerdos de Stiles, y la nueva naturaleza oscura de su sombra que, al igual que una pequeña semilla, rápidamente echó raices en la pureza del humano, corrompiendo, alimentándose a sí mismo, de su pasado doloroso, de sus inseguridades, dolor y miedo. Hasta quedar completamente vacío.
Ya no era humano. Ya no era un Nogitsune. Void Stiles nació. Y no había marcha atrás.
Era de noche, cuando Derek entró en su Loft, encontrando al muchacho, de pronunciadas ojeras rojas, y mirada siniestra, que contrastaba con lo adorable de sus rasgos aniñados. Éste se encontraba de pie, en el centro del lugar, simplemente contemplando el ventanal.
—Stiles...-
—Hola, Derek.- el adolescente lo saludó sin mirarlo aún.
Desde que se había convertido en esto, decidió alejarse de todos y todo lo que alguna vez fué importante para Stiles el humano. Ya no era parte de la manada. Honestamente, no tenía cargo de conciencia por dejar a su padre y sus amigos...
Permitirles rehacer su vida sin él, era lo que su pequeño y ahora inexistente, lado racional humano, le había dictado que era lo mejor, para resistir la tentación de provocar caos y dolor.
Sin embargo eso no quitaba el hecho de que si lo causaba en otros, principalmente gente que ante la "perspectiva humana" del verdadero Stiles, se lo merecían...
En su nuevo estilo de vida nómada; Void, había consumido la desesperación humana, de aquellos lugares oscuros y conflictivos del bajo mundo. Con personas de los barrios más peligrosos, involucrados en cosas turbias.
El híbrido se había alimentado hasta el hartazgo de humanos considerados como la basura entre la basura, sin necesidad de mover un dedo. Ya que al parecer, no había mejor festín, que un humano corrompido hasta los cimientos, autodestructivo y estúpido.
Pero aún así... Cada cierto tiempo, Void Stiles, simplemente se aparecía en el Loft de Derek Hale, y se permitía hablar con el hombre lobo unos instantes, antes de volver a su propio exilio autoimpuesto. En aquellos lugares, tan divertidos y caóticos por su propia cuenta.
Derek Hale contempló como la luz de la luna golpeaba un lado del rostro del adolescente, haciendo brillar sus ojos como un cristal fino con whisky, mientras la palidez de su piel, bañada en lunares, se veía aterciopelada y de porcelana.
El hombre lobo se acercó, sin embargo mantuvo de cierta forma su distancia, siendo incapaz de apartar los ojos del muchacho.
—¿Por qué te fuiste?...- no había reproche en el tono del hombre lobo, solo curiosidad y tal vez algo de soledad.
Void Stiles permaneció sin mirarlo
—Era lo único que podía hacer por aquellos que alguna vez me importaron... Puedes llamarlo... una cortesía, de mi parte...- esbozó una pequeña risa cínica, en forma de resoplido
—Estan preocupados por ti...-
—No me interesa.-
—¿Y por qué sigues volviendo aquí?.-
Sólo en ese entonces Stiles volteó para mirar al hombre lobo, que ahora se encontraba a una pequeña distancia del híbrido.
Este le sonrió de medio lado, con la ironía del zorro que consumió. Colocando una mano en el pecho del hombre lobo.
—Quiero ver el mundo arder... Y tú me recuerdas lo calientes que son las llamas...- ronroneó el adolescente.
Derek tomó la muñeca del muchacho, mirándolo a los ojos.
—¿Por qué soy el único con el que aún hablas, Stiles?.-
Void alzó la mirada, y borró su sonrisa irónica, para reemplazarla con un imperceptible movimiento de cabeza.
Con su otra mano tomó la del hombre lobo, y unas venas negras comenzaron a absorber el "dolor" de Derek.
Este cerró los ojos brevemente, sintiendo gran parte de las grietas de su alma rota y destrozada, eran devoradas por el adolescente.
Stiles hizo una mueca en forma de sonrisa, cuando el agarre del lobo hacia su muñeca se volvió más suave y el muchacho aprovechó para deslizar un poco su mano, hacia la palma de su mano y entrelazar sus dedos con los ajenos...
—Eres el menú delux que suelo permitirme cada tanto...- Stiles Murmuró extremadamente cerca, sin dejar de absorber los oscuros e intrínsecos pensamientos del lobo.
Los ojos de Derek se abrieron, y estos eran de un azul eléctrico. Luego lo tomó de la nuca, con su mano libre, provocando que Stiles levantara su cabeza
—¿Qué es lo que me estás haciendo?.- gruñó en forma de exigencia
—Me nutro de tu agonía interior...-
—¿Por qué?.-
—Porque mi lado humano te encuentra atractivo y a mi lado oscuro le parece delicioso consumir el festín de sentimientos caóticos de tu alma... Y al parecer... no te soy indiferente, lobito.- sus ojos whisky, miraron los labios ajenos y se relamió los propios.
—No tienes idea de lo que hablas.-
Stiles soltó una pequeña risita de burla
—Me alimento de tus sentimientos, Derek... La soledad que cargas en tu alma, la desconfianza en los que amas, la decepción de los que te traicionaron, y el deseo por lo que consideras prohibido... Cómo la que te hace sentir atracción por un chiquillo de diecisiete años...-
Derek gruñó más alto y terminó de acortar distancias con el muchacho para besarlo en los labios, sin un apice de romance o delicadeza.
Void Stiles le correspondió el beso con la misma ferocidad, rodeando su cuello con sus brazos, mientras el hombre lobo lo tomaba de la cintura, dejándose llevar por completo, hasta que una duda atravesó su cráneo como un relámpago en el cielo.
—Dijiste que era el "menú delux"...- preguntó separandose lo indispensable para hablar, pero su aliento fresco golpeaba en los labios del muchacho.
Este sonrió burlón —Mmm... ¿Estás preocupado por qué pueda alimentarme de alguien de la manada?...-
—Me importa un carajo la manada.- respondió abruptamente.
Void Stiles no fingió la expresión de leve sorpresa, con su boca formando una pequeña "o".
—Si tú realmente quieres ver el mundo arder...- Derek gruñó posesivo, pero alzó una mano para sujetar la mejilla del chico, con una mano, manteniendo su otro brazo alrededor de su cintura —...Sólo tendrás permitido quemar el mío...- sus ojos se volvieron de un azúl más brillante, mirando fijamente al chico.
—Hecho...- El muchacho le sonrió con malicia y complicidad, mientras volvía a unir sus labios con los del hombre lobo.