El amor de verano nunca termina, solo cambia de lugar.
Un campamento de verano.
Una oportunidad de ser amados.
Varias historias entrelazadas, pero todas con un nexo común, que ese amor de verano, ese que vivirán intensamente, dure para siempre.
Po...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nada más llegar, en principio vamos a buscar nuestras habitaciones, con tal de no ir cargando con las maletas por el campamento todo el día.
Sobre todo si tengo en cuenta que también tengo que llevar la maleta de Ángel, mi hermano pequeño, al que, en cierta forma, me obligaron a traer mis padres. En cuanto les dije que iba a venir, era un poco fastidio, pero tampoco era demasiado problema, solo vengo a olvidar, a intentar cerrar heridas recientes.
No busco ningún amor de verano, quiero mi tiempo de soledad, y de estar con mi familia, sin tener que pensar en chicos.
Porque mi experiencia ya me ha enseñado que no hay ni uno bueno por ahí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llego al campamento, un poco más tarde de lo previsto porque sin querer me he metido por la salida incorrecta, (sí, soy algo despistado) y he buscado la habitación, esto ha sido más fácil, solo he tenido que ver a mi hermano apoyado en el marco de la puerta, cruzado de brazos, con cara de estar aguantándose la risa durante un buen rato.
-Que has liado ya? - Dice, aguantándose la risa-
-Ya sabes que la orientación no es lo mío Charles.... -ruedo los ojos- Me equivoqué de salida, eso es todo -acabo por reírme-
-Menos mal que los niños no llegan hasta mañana... -rueda los ojos, y también se ríe- Anda, vamos, que he oído que el resto de monitores ya han llegado.
-Eres de lo que no hay -digo, para después soltar un suspiro-
Salimos de la habitación, todas las habitaciones de los monitores están en fila, luego las cabañas de los niños están un poco más alejadas, aunque tienen la misma estética que las nuestras, solo que son un poco más grandes.
Llegamos a la zona del merendero, supuestamente es donde los niños comerán, aunque también me fijo cómo hay uno cubierto. Unos pasos más hacia delante, hay una mesa ocupada, tampoco tengo idea de quiénes son las que estaban allí.
Porque sí, hay 3 chicas, aparte de un niño más pequeño. No quiero suponer quiénes son, prefiero averiguarlo poco a poco, al fin de al cabo, tengo 2 meses para conocer mejor a la gente.