CAPITULO XIV | Heartbreak

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Después de unos meses empecé a alejarme de Félix. No fue por apropósito, sino que un sentimiento inició dentro de mí; no era repugnante ni envidia, sólo que, mi cuerpo no era estable delante de aquel chico. Mi atmosfera se volvía tímido y agobiante; parecía como si estuviera afligiéndome similar a un crimen.

No era muy bien el que me escondiera o hiciera excusas tan absurdas que ni yo me creía. Hasta que indagué por mí mismo y, determinadamente cedí a mi situación: enamoramiento.

Todo estaba concluido en lo que pasaba: mi timidez, nerviosismo, estado de pánico y, sentirme feliz cada vez que lo veía. Obviamente mi físico padecía de esto. Era terrible, ¿qué le diré a mis padres? De seguro pensarán que estoy perturbado, esto es una pesadilla.

Un día, un grupo de colegiados y Félix estaban murmurando en el baño. Al entrar notan mi presencia rápidamente excepto Félix. Él estaba pacíficamente bebiendo agua; se veía tan agradable, con suerte me puse auriculares para evitar las palabras.

Por curiosidad, me los quito estando en el retrete, recostado en la puerta y, escucho aquellas menciones.

— ¿Finalmente Hwang viene acercarse a ti? ¿ Se reconciliaron?

— ¿Eh? Ah, sí. Eso creo.. — La voz de Félix se escucha mientras gotea el agua. — Nunca habíamos tenido un conflicto, lo cual fue muy extraño el que se alejara de mí.

— Vamos. ¿Qué no lo ven? Él está enamorado. ¿No se dan cuenta?

Mi cuerpo queda perplejo con un nudo en la garganta.

— ¿Enamorado? ¿De quién?

— Puede que de un chico. Casi no tuvo interés en chicas, además, es un poco aislado.

— Un chico.. — Comenta Lee.

— Dinos, Félix. ¿Te gustaría salir con Hwang? — El compañero clava el punto.

— ¿Quééé? Claro que no, es solo un amigo. Jamás lo vería con otra mirada, es muy tierno y todo, pero no creo que sea de mi tipo.

— Huuhh.

— Oigan, debemos irnos. — Anuncia alguien a lo lejos.

— Okay. Vamos.

Después de que se hayan esfumado abro la puerta con un escalofrió que pasaba por mi espalda, mis labios temblaban sin control y mis ojos se empañaron de repente; no sabía que pasaba, mi estado era deprimente.

Levanto mi mirada al espejo con un rostro triste y lagrimas saliendo insistentemente por mis mejillas y, finalmente, gimoteo agarrando el uniforme firmemente. No era mucho de decir que mis piernas tambaleaban y mi estomago se volvió un nudo.

Un fuerte dolor llega. Nunca pensé que esto sucedería; ¿pero que digo? Claro que lo sabía.. no obstante a que doliera tanto como lo es ahora.

Secret Secret | hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora