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CAPITULO XIX| Alma En Pena

Pasaron unos cuantos días después de lo sucedido con Hwang, me sentía culpable por lo que había ocurrido aquella tarde, en aquella casa; unos labios juntándose al igual que lenguas "disfrutando" el momento. Pero esto, lo llevaba cargando todo el tiempo que pasaba junto a Bang.

Cada momento que transcurría era inevitable pensar la infidelidad que causé. Al principio, era fácil manejarlo, sin embargo, cada noche soñaba continuamente el beso, como si no hubiera un final para el recuerdo. Despertaba afligido al igual que Channie cuando sentía mi movimiento sutil; él finalmente estaba en casa, adueñándose de sus vacaciones de tiempo familiar. Siempre lo hacía a medidas de diciembre.

- Lixie. - Una voz familiar irrumpe el silencio. - Lixie, querido. ¿Qué quieres que hagamos en noche buena?

No daba respuesta alguna, solo jugaba con la comida que tanto cariño le hice a Bang. Hasta que mi boca se abre en tono aburrido.

- Quiero ir a casa de mis padres.

- Oh, buena idea. No he ido a verlos por un largo tiempo.
Hahh.. ¿Cuánto tiempo ha pasado? - Deja los palillos a un lado. - Tu madre hace una deliciosa comida y es muy amable~

- ¿Más que yo? - Le arrojo un pedazo de arroz con un gesto tenaz.

- Jajajaja. Ustedes son iguales.

- Oh, por el amor a Dios. - Termino con una risita.

Channie se levanta de la silla y encamina para abrazar mi cuerpo débil y nervioso ante la acción, no se sentía cálido como antes, algo había cambiado. Mi rostro se desilusiona siendo algo notorio. - Channie.. - Lo llamo débilmente y deprimido.

- Sí, Félix. - Un susurro se escucha en mi oído.

- No lo toques.

- Por favor, Lixie, sólo un momento. ¿Sí?

Los labios de Chan se unen con los míos, mientras tantea mi cadera con carisma. El beso profundo y el tanteo del mayor hace que mi físico se excite, pero de un momento a otro, abro mis ojos decaídos, imaginando a Hyunjin con el rostro ocultando por su cabellera oscura.

Se abren exageradamente y aparto con toda mi fuerza a Bang. No decía nada, no obstante en que era evidentemente a que en su rostro se preguntaba "¿Por qué lo hizo?". Nunca había hecho esto cuando él empezaba, siempre me dejaba llevar hasta cierto punto.

Agacho mi cabeza en un estado vergonzoso, mis piernas temblaban del susto.

- Cielo, ¿estás bien?

- No.. estoy un poco cansado. También he sentido falta de nutrición, no siento fuerza alguna.

- ¿Cómo, por qué no lo dijiste? ¡Llamaré a un doctor! - Chan camina rápidamente hacia el teléfono.

- Channie, voy a estar bien. Solamente necesito dormir, sabes que no he dormido bien últimamente en las noches. No te preocupes.

- Lixie. - Un tono deprimente se apodera de Chan.

- Me daré una ducha e iré a la cama. - Me levanto de la mesa y encamino al pasillo.

- Pero. Félix, no haz comido nad..

La preocupación de Bang aumenta más, así que, después de que me acostara en la cama tan grande y cómoda, Channie aparece en la puerta repentinamente en la puerta, cerrándola con delicadeza. Se dirige hacia mí, toca mi cara cariñosamente y, súbitamente, besa mi frente.

Encamina al otro lado de la cama para luego así, acostarse y abraza nuevamente debajo de mis brazos, rindiendo su cabeza en mi espalda cálida.

Su ternura era increíble, siempre te hace sentir feliz y seguro, un abrazo como estos no se halla en ninguna parte del mundo. Channie sin duda es un buen hombre en este tipo de mundo, mis ojos se empañan en modo que pienso este tipo de cosas y, en remate, gimoteo en silencio, resguardando mi boca para no hacer ruido alguno acompañado de temblar notoriamente.

¿Así es cómo se siente al traicionar a alguien que tanto amabas? ¿Cuándo terminara esto? No lo sabré. Volteo y accedo al abrazo con un escalofrió por mi espalda, beso su frente como él lo había hecho antes conmigo. Y, al fin, mis ojos y cuerpo descansan.