Jimin suspiraba por tercera vez en la tarde, mientras observaba a la chica castaña y misteriosa que cada ciertos días se sentaba en la misma mesa de aquel café donde trabajaba.
Y se enamoró de su belleza.
Pero, Jimin era muy tímida como para acercarse a ella, en las veces que le tocaba atenderla siempre hacía preguntas tontas, como "¿te gusta leer?", y era obvio porque la chica cargaba con distintos libros.
-¿Por qué no solo le preguntas si está soltera?
-Claro, preguntarías eso como si nada a una mujer extraña. ¡Por supuesto que no, Yizhuo!
El gerente de aquel café, fulminó con la mirada al par de amigas, quienes se disculparon inmediatamente.
-Unnie, creo que exageras, lo peor que pueda suceder es que te diga que no es lesbiana.
-O bisexual.
-Exacto.- la chica continuó limpiando un par de vasos.- ¿Quieres que yo le pregunte?
-Te lo agradecería.
La menor asintió y fue directo hacia la chica. Jimin las observó intercambiar varias sonrisas tímidas, pero la castaña no parecía molestarse. Cerraba sus ojos mientras sonreía y afirmaba a todas las posibles tonterías que Ning Yizhuo estaba diciendo. La envidiaba en ese instante.
-¿Qué te ha dicho?
Ning alzó sus hombros.- Que es bisexual, pero no quiso responder la siguiente pregunta. Dijo que tú misma deberías preguntarle.
Jimin se sonrojó ante el comentario y sintió la mirada de la castaña sobre ella, se escondió entre las máquinas y prefirió seguir trabajando porque no podía mirarle a la cara. Su amiga solo se burló, pero se sentía triste, porque la historia de las dos siempre se repetía.
Más tarde, cuando el turno de Jimin terminó, se dedicó la tarde a ella misma. Le gustaba pasar tiempo a solas y más cuando quería levantarse el ánimo.
Paso de tienda en tienda, y se detuvo a comprar unos nuevos airpods, porque los suyos los había tomado Yizhuo y no podía pedírselos de regreso, la chica era muy tierna y no podía hacer nada al respecto más que ceder.
-¡Oh, eres la chica de la cafetería!
Jimin se sorprendió y volteó a un lado para encontrarse con la castaña.
Su corazón se aceleró.
-S-sí, soy yo. Y tú eres...
-Kim Minjeong.- sonrió mostrando sus hoyuelos.- Tu amiga me ha hecho un interrogatorio interesante más temprano.
-Lamento tanto eso.
-Descuida, me pareció tierna. Aunque creo que bromeé demasiado con ella, se veía decepcionada después de mis respuestas.
-No te preocupes, ella se lo gana sola.
-Dijo que eres Jimin.
-Oh, es cierto, una disculpa. Yu Jimin.- hizo una corta reverencia.
-Mucho gusto, Jimin-ssi. Creo que tú preparas el café más delicioso de esta ciudad, he ido a tantas cafeterías, pero creo que siempre vuelvo a ti.
Jimin se sonrojó ante aquel comentario. No podía evitar sentir la emoción que nunca pensó sentir. Tal vez todo lo imposible, algún día se volvía real...
-Y no has probado mi especialidad.
-¿De verdad? Entonces en la próxima vez deberías servirlo, estaré encantada.
"Encantada"
Era Jimin la que estaba encantada.
-¿Por qu-...-.
-Hola, cariño.- Una pelinegra, de también bonita sonrisa, apareció de la nada.
-Ah, unnie. Estaba preocupada por ti.- Minjeong hizo un puchero, uno que mató al instante a Jimin.
-Lo siento, estaba atorada en el tráfico. ¿Ya pensaste qué quieres cenar?
-Oh, sí, estaba decidiendo cuando me encontré con Jimin-ssi.
-Hola, Uchinaga Aeri.- la pelinegra saludó con una sonrisa.- ¿De dónde se conocen?
-De la cafetería, donde siempre te espero. Pero, hoy tardaste más de la cuenta.
-Ya, cariño, te lo recompesaré más tarde.
-Eso espero.- Minjeong sonrió nuevamente.
Una sonrisa que no era para Jimin.
-¿Quieres venir con nosotras, Jimin-ssi?
-Te agradezco, pero debo encontrarme con mi hermana. Espero que pronto vengan al café juntas.
-Minjeong siempre habla de lo buenas que son las bebidas en tu trabajo. Pero, nunca compra para mí.
-Bueno, yo no tengo culpa que prefieras las proteínas.
-Excusas, cariño.- Uchinaga tomó por la cintura a su novia, y la acercó más a ella.
-Me disculpo, debo irme.
-Fue un gusto, Yu Jimin.- Minjeong sonrió.
Pero no era la sonrisa que le hubiera gustado a Jimin.
Ella asintió y se alejó del par, después de varios metros volvió a mirar hacia atrás. Y solo notó el par de manos entrelazadas.
No podía hacer nada al respecto.
Tenía mala suerte con sus amores platónicos.
***
-Yizhuo, ¿por qué no me dijiste?
-Lo siento, unnie, no quería verte decepcionada una vez más.
-Esta es la...
-Cuarta vez. Me debes pollo frito.
-Espero que seas tú la siguiente. Me quedaré pobre contigo.
-Creo que está sucediendo...
-¡¿Qué?! ¿Por qué no me habías contado?
-Es una larga historia. Solo sé que es la pelinegra con la sonrisa más hermosa de esta ciudad.
-Eso suena a muy yo.
-Definitivamente no eres tú.
-Vamos por ese pollo frito y un poco de cerveza.
-¡Cerveza!
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Esta vez a Jimin le tocó perder~~
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Antología Pt 1
Fiksi PenggemarColección de historias que describen otro tipo de amor... Uno del que poco hablan y del que nunca enfrentan. Cuentos cortos inspirados, en su mayoría, en canciones.