11. Perdón

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Después del dulce viaje de la escritora y la modista a la casa de los señores Sonoda's decidieron regresar al apartamento de la Minami para desempacar y dejar algunas cosas ahí mismo, Umi regresó a su casi abandonado apartamento con una gran sonrisa y con el corazón al mil por hora (sí es que eso se podía, claro).

— Vaya, sí que este lugar se ve solo.— Dejó salir de la impresión al ver el solitario lugar con las luces apagadas, decidió por ordenar un poco y darle vida con las luces prendidas.

Y así fué como terminó el fin de semana de la querida escritora.


[Tiempo después- Regreso de Eli].

La rusa caminaba a prisas por las oficinas, saludando rápidamente a su personal de trabajo. Llegó por fin a su ansiada oficina para encontrarse con quién se encontraba a cargo de atender el despacho;Umi.

— Qué son estas horas de llegar, ¿sabes lo grosero que es llegar tarde?.— Preguntó con seriedad y firmeza al darle la vuelta de su asiento.

— También te extrañé Umi.— Contestó con toda tranquilidad y se acercó a ella.— ¿Qué tal todo?.

— Si no fueras mi mejor amiga, probablemente esto sería un desastre. Me esforcé mucho.— La escritora se puso de pie para ir y darle un fuerte abrazo.— También te extrañé.

La esperada plática entretuvo a las dos mujeres en la oficina.

— Era obvio que tus padres aceptarían a Nozomi y a tu futuro hijo.— Umi estaba sentada frente a la rusa con una sonrisa.— Después de todo era lo que querían.

— Aún así, me comían los nervios.— Dijo con un largo suspiro que terminó también con una pequeña sonrisa.— No sabes lo feliz que me siento ahora mismo.

— Tengo una pregunta.—

— Eh si, dime.— La curiosidad de la rubia le ganó por completo y prestó atención a la peliazul.

— Ya vives con Nozomi y tendrás un bebé con ella, ¿no piensas casarte?.— Preguntó.

— Ya hablamos de eso mucho antes de planear el bebé, y ninguna de las dos lo vemos necesario, sabemos que somos la una para la otra.— Respondió al pensarlo después de unos minutos.— No entiendo a Nozomi, es algo así como "espiritual".

— Apuesto a que deseas casarte con ella.— Mencionó.

— Tal vez, en un futuro.— Agregó con la misma tranquilidad con la que había llegado.

Umi observó el cambio de semblante tan notorio en la rusa, parecía estar feliz y tranquila. Hasta que se dió cuenta que ella misma se sentía de la misma manera, tal vez pasar tiempo a solas con sus parejas era lo indicado.

— ¿Hay mucho trabajo por hacer? Llegué a la hora de salida, lo siento.— La rubia se sintió apenada, pero no era su culpa. Había una personita en especial que le retrasó su hora de llegada.

— En realidad no. Justamente pasaré por Kotori e iremos a cenar con Maki y Yazawa-san.— Comentó tomando sus cosas.— ¿Quieres venir?.— Sugirió alegre.

— No lo sé, es una salida entre ustedes.— Su timidez se expresó más por ella misma.

— Vamos, Maki te extraña también. Aunque sea una gruñona, tiene sentimientos.—

— Bien,bien. Concuerdo contigo.— Se puso de pie con alegría y muchísimo ánimo, ambas de dirigeron al lugar de trabajo de la Minami.

No tardaron mucho en presentarse en la prestigiada empresa de moda de todo Tokio. Umi y Eli se impresionaban por ver tantas cosas costosas en un sólo lugar e incluyendo actores importantes en los setts de grabación. Pero una helada Eli detuvo de golpe a Umi, tomándola del brazo y ocultándose en una esquina del lugar, dónde no eran para nada "llamativas".

Kanjō no Umi (KotoUmi) (FUTA) /Finalizado/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora