Capítulo 3

840 76 9
                                    

Era un nuevo día en la madriguera donde el radiante sol brindaba calor mientras los pájaros volaban y cantaban por todo el campo, dentro de ese humilde y encantador lugar se encontraba Molly Weasley terminando de cocinar unas ricas galletas para su familia.

La matriarca escuchaba como los platos se lavaban mientras que un pequeño reloj cucu muggle de su esposo hacia ruido con sus manecillas, eso era lo único que se escuchaba y si fuera cualquier otro lugar sería normal, sin embargo, en la madriguera no lo era, y menos teniendo a tantos Weasley en ella... Molly al percatarse de tanto silencio comenzó a preocuparse, pues sus hijos no eran tranquilos.

En especial los gemelos...

Rápidamente la matriarca dejó las galletas en la mesa y comenzó a salir de la casa para ver por qué sus hijos estaban tan callados, pero justamente cuando Molly salió, encontró lo que apenas iba a empezar a buscar.

- ¡Ahhhhhhhhh!... - gritó Leah pasando enfrente de Molly encima de una carretilla con sus dos hermanos gemelos detrás de ella tratando de alcanzarla-

-Hola mamá – gritó un gemelo tratando de calmar lo que sería la furia de Molly-

- ¡Ya casi la alcanzamos! - gritó el otro cuando justamente Leah se estrelló entre la hierba del campo-

- ¡LEAH! - gritó Molly al no ver esa pequeña cabecita naranja-

- ¡Otra vez!... ¡Otra vez! - dijo Leah mientras se levantaba completamente despeinada y con hierba por todo el cabello-

- ¡FRED! ¡GEORGE! - gritó Molly mientras alcanzaba a sus tres hijos - ¿PERO EN QUE ESTABAN PENSANDO?... ¡PUDIERON LASTIMAR A SU HERMANA! -

-Tranquila mamá ...-dijo Fred

-Solo estábamos jugando- terminó por decir George-

- ¿JUGANDO? - Molly tomó a su pequeña hija de la mano mientras veía furiosa a los gemelos- SE PUDO HABER LASTIMADO ¿CÓMO SE LES OCURRE AVENTARLA ASÍ? –

-Es que queríamos ver que era más rápido... – George vio a su madre con una sonrisa-

-Si la carretilla o alguno de nosotros...- Fred se encogió de hombros-

-Pero definitivamente fue la carretilla- dijeron ambos despreocupados-

Molly estaba prácticamente a punto de sacar humo por las orejas de lo enojada que estaba, mientras tanto Leah solo veía con una sonrisa todo sin prestar mucha atención, la niña sentía tanta adrenalina que no le importaba lo que pasaba a su alrededor.

𝐋𝐀 𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄Ñ𝐀 𝐖𝐄𝐀𝐒𝐋𝐄𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora