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Recuerdo sentir tranquilidad, era un lugar oscuro, pero yo estaba ahí y no podía verme, ¿era mi consciencia? Nunca pude responder aquella pregunta, pero definitivamente no estaba muerta porque si no no estaría escribiendo esto

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Recuerdo sentir tranquilidad, era un lugar oscuro, pero yo estaba ahí y no podía verme, ¿era mi consciencia? Nunca pude responder aquella pregunta, pero definitivamente no estaba muerta porque si no no estaría escribiendo esto. No estuve al tanto de cuanto tiempo estuve en aquella oscuridad, no hubo pensamientos, ni emociones.

Abrí mis ojos con pesadez cuando escuché el llanto de un bebé, se oía a los lejos y en cuanto pude reincorporarme el llanto ya estaba junto a mí.

Vi tu silueta meciendo al bebé en un intento calmarlo, tu rostro mostraba cansancio y nerviosismo por no poder controlar al bebé.

— Shhh... shhh... silencio, por favor, no llores más... shhh... — repetías una y otra vez, cuando mi visión mejoró te vi de espaldas hacia mí, intentabas señalar los árboles al bebé, pero este te ignoraba por completo — Pareces un bebé llorando tanto... — quise golpear mi frente en cuanto te escuche decir aquello, claramente era un bebé.

— Ging... — mi voz salió en un volumen más bajo de lo que esperaba ser escuchada, pero tú te giraste de inmediato sorprendido.

— ¡Estás bien! — exclamaste acercándote rápidamente aun meciendo al bebé — Tú descansa, yo tengo todo controlado. — dijiste señalando con tu cabeza que volviera a recostarme.

Me senté en mi lugar apoyando mi espalda de las almohadas y estiré mis brazos hacia ti indicando que me entregaras al bebé.

— No deberías cargarlo, aún estás delicada y...

— ¿Ha comido? — pregunté observándote cansada y tú negaste con tu cabeza, hice un ademán insistiendo en que me lo entregaras y tú ya no te opusiste.

Observé mi cuerpo, tú volteaste tu cabeza, como si nunca me hubieses visto desnuda, en el momento en que yo bajé el tirante de mi camisón para darle pecho al bebé. Su llanto cesó de inmediato y ya solo emitía pequeños sonidos al succionar y respirar agitado.

Su rostro estaba rojo, debía llevar un buen rato llorando y tú diciéndome que tenías todo controlado. Te sentaste junto a mí en el borde de la cama observando como el bebé se relajaba, parece que la curiosidad le ganó a tu vergüenza de ver uno de mis pechos.

El bebé abrió sus ojos observándonos, no pude evitar sonreírle y darle un pequeño saludo con mis manos, tú hiciste lo mismo.

— Tenía hambre. — suspiré recargando mi cabeza en las almohadas, tú las acomodaste mejor para mí y mientras lo hacías recién pude fijarme en que tenía una intravenosa y la bolsa de suero descansaba en mi otro lado junto a la w de oxígeno, moví mi nariz sintiendo los tubos en ella. El bebé sí me pesaba en los brazos y darle por primera vez el pecho dolía, pero creo que los dolores que sentía en las crisis de mi enfermedad eran más fuertes y ese detalle de amamantar lo pude sobrellevar mejor — ¿Cuánto tiempo estuve dormida?

— Dos días... — respondiste observando el techo — Me preocupaba que no despertaras, el médico dejó una fórmula de leche para el bebé, pero no le gusta e intentar dársela es una batalla.

𝐓𝐞𝐫𝐫𝐚 ❀     |  ʰˣʰ𝐆𝐢𝐧𝐠 𝐅𝐫𝐞𝐞𝐜𝐬𝐬 ˣ ᵒᶜ ᶠᵉᵐ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora