Segunda vez ¿o no?...5 ❄️

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Greeicy

Toco la puerta mientras trato de controlar mis nervios, después de unos segundos lo hace, sale con una sonrisa formada en los labios. Entro y antes de que cierre la puerta lo beso, tarda unos segundos para corresponderme de la misma forma.

Lo extrañe aunque lo quiera negar y lo demuestro en el beso, nos alejamos para respirar, aprovecha para cerrar la puerta.

—¿Quiero jugar? —Susurro.

—¿Ahora? ¿a que? —Se dejó caer en el sofá jalandome con el.

—¿Estás solo? —pregunto antes de hacer lo que tengo pensado.

—Vivo solo —su respuesta me hace sonreír.

Perfecto para lo que tengo pensado.

—El juego se trata de que tu eres un sexi juez —Me pongo en horcada encima de él. —Y yo una linda modelo que te va a hacer el mejor desfile de tu vida —Dejo besitos en su mejilla mientras rozo mi entrepierna con la suya a propósito.

—Me gusta ese juego y más si eres tú la que me va a modelar —sonríe con picardía.

—Y eso no es lo mejor.

—¿Y qué es?

Me  pongo enfrente de él mientras me quito el top sacándolo por mi cabeza su mirada está posada en mi y lo aprovecho para empezar a desabrocharme el botón del pantalón.

—Que lo haré en lencería —Término de quítarme la ropa y queda a visibilidad la lencería que traigo.

—Desde este momento me gustan tus juegos.

Doy una vuelta en el mismo lugar dándole vista de mi cuerpo, doy pequeños pasos uno delante de otro mientras balanceo mis caderas, suena el tacón al sonar el piso.

—Eres hermosa —Habla sin dejar de mirarme.

—No discutiré eso porque es cierto —Se levanta para dirigirse a mi.

En sus ojos se nota el deseo y al bajar la mirada lo confirmó. Posa sus manos en mi cadera acercándome a él.

—Eres una de las mujeres más hermosas que he visto, la primera es mi madre.

No estoy segura de lo que hago pero él lo está disfrutando y yo también.

Demasiado.

Aunque sé que esto no está bien lo hago, disfruto de llevar al límite su autocontrol, de que quiera tocarme y de verme otra vez en su cama. Sé que esto no pasará más allá del deseo.

Es lo único que podemos sentir hacia el otro.

Mete sus dedos a cada lado de mi cadera para tomar mi ropa interior, con la intención de quitármela pero lo detengo.

—No es muy pronto.

—¿Aún quieres jugar más?

—¿Por qué no?

—Por que muero por tocarte otra vez —sus manos escapan de las mías para atrapa mi cintura.

Deslizó mis dedos por una vena que se le marca en el brazo, lo cual provoca que quiera ver sus brazos haciendo fuerza en mi cintura mientras me toma.

—Quítate la camisa, es injusto que esté solo yo desnuda —Empiezo a desabrochar uno y mis dedos rozan sutilmente su pecho a propósito.

—Aún no lo estas aunque pronto lo estarás —Deja que sea yo quien le desabroche la camisa, después de terminar empiezo por sacarla por los hombros.

—Los pantalones —es él quien se los quita en tiempo récord.

—Ahora el boxer.

—No, de eso me encargo yo —Pongo un dedo en sus labios para deslizarlo por su abdomen mientras me arrodillo, dejó de hacerlo cuando estoy por llegar al elástico.

Quiero besar sus labios hasta que me aleje como la primera vez que lo bese y me alejo por qué no sentía nada por mi. Aunque ahora es diferente ninguno siente algo por el otro más que deseo.

Paso la lengua por toda su longitud mientras él suelta un pequeño jadeo paso mis dedos acariciando lentament...

Me alejo de él cuando el timbre empieza a sonar sin descanso, maldigo por mis adentros por habernos interrumpido a la persona que se encuentre detrás de la puerta, no creo que a lo que venga sea más importante que lo que estábamos haciendo.

—Puedes terminarte de cambiar en mi habitación, te enseñaría dónde queda pero creo que aún te acuerdas.

Cierro la puerta y lo más rápido que puedo empiezo a vestirme, no me gustaría que me encontraran desnuda o casi. Me siento en la cama pensando en si salir o no pero al final decido quedarme aquí.

Me levanto ya que una foto llama mi atención, es el, de niño dándole un beso en la mejilla a su mamá lo cual es demasiado tierno, camino hacia otro mueble que tiene algunas figuras de anime unas más pequeñas que otras las tocó con cuidado de no romperlas para tratar de reconocer alguna pero no; lo cual no me sorprende ya que no miro anime. Levantó la mirada y enfrente tiene unos pequeños pósters de personajes que no se sus nombres.

No había notado cómo era su habitación ya que cuando estuve aquí estaba ocupada en algo más importante que en observar lo que había en mi alrededor.

—Sí quiero entrar —Escuchó una vocecita desde el pasillo.

—No, espera —alega.

La puerta se abre y de lo único que me da tiempo es de mirar hacia la puerta.

—Quién eres tú y qué haces aquí.

—Hola, me llamo Greicy —Respondo mientras ella no deja de mírame.

—Perdón —Habla desde la puerta.

—¿Y qué haces aquí?, No espera ¿eres su novia?

—Creo que...

—Si lo eres, ahhh, tengo tía —Corre a abrazarme las piernas ya que es lo que su estatura le permite.

Lo miro esperando que diga algo lo cual no hace hasta después de unos segundos.

—No es tu tía, es una amiga que acabo de conocer cangrejito.

—¿Enserio? —en su voz se nota un poco de decepción.

—Si, lo siento.

No dice nada, se queda callada por un momento mientras se aleja unos pasos.

—¿Cuántos años tienes?

—Nueve.

—Me recuerdas a alguien —Me agacho un poco hasta llegar hacía su estatura.

—¿Tienes una hija?

—No exactamente.

—¿Puede ser mi amiga?

—Yo creo que le encantaría serlo.

—¿Nos vas a acompañar a mi tío y a mi a comprar un helado?

—Ahora no puedo.

—Me lo prometiste la semana pasada —Se voltea a mirarlo.

—Le dijiste a tu mamá pequeño diablillo.

—No se va a dar cuenta, se quedo tratando de que mi hermano dejara de llorar.

—¿Viniste sola?, No eres muy pequeña para andar solita.

—Vive al lado.

—Si, solo tengo que abrir la puerta, salir y tocar esta.

—Vamos.

—Vienes —Me extiende la mano.

—Hará berrinche si no aceptas, es una manipuladora.

Tomó la mano de la pequeña dejando que me guíe hasta la puerta y ella forma una sonrisa de victoria.

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⏰ Última actualización: Feb 06 ⏰

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