20 (corrigiendo)

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Lo que más le gustaba a Jungkook de ese mundo de novela es que era capaz de ver las estrellas , tan hermosas y bellas , cuando estaba en la Tierra.

Y más aún cuando el siendo un Dios , podía mirarlas cuando estaba bajo el agua

Un Dios que a pesar de tener el universo dentro de la boca y ojos, siempre pensaba en el mundo exterior, en lo que no era tangible para él y en lo que no era capaz de observar de cerca.
Porque al parecer siempre deseas lo que no puedes tener.

El Dios del agua y las estrellas con el nombre de Iris por las flores que crecían cerca del lugar estaba siempre bajo el gran río donde los lugareños rendían tributo con un baile y él siempre los miraba por debajo , observaba cauteloso lo que deseaba ser algún día
Un humano

En varios cuentos de hadas , el príncipe encuentra a su princesa , se casan y son felices ; pero en esta historia era un Dios que salió del agua para encontrarse con un príncipe de ojos azules y cabellos dorados ; el encuentro fue extraño, el humano se quedó paralizado al ver a una criatura salir del agua; pero tenia forma humana, cabello largo negro y ojos dorados como el Sol; fue hipnótico porque en ese entonces cuando los Dioses estaban en la tierra conviviendo con los seres humanos, ninguno de los dos creyó ver a alguien igualmente de hermoso hasta ese momento, ese día que definiría su futuro.

Se dijeron sus nombres, se miraron a los ojos y se conocieron mutuamente tocándose las manos, era mágico, lo que un Dios siempre deseó fue mirar a un ser humano de cerca y ese ser era magnífico.

-Usted es un Dios y yo solo un ser humano ¿por qué somos tan parecidos ?

-Los humanos nacen de los dioses, ustedes me dan tributos de vez en cuando ¿hacías eso ciegamente?

-Más bien, usted aceptó sin rechistar

-Los observo siempre, sus bailes y sus festejos, supongo que deseaba ser parte de eso en algún momento

-¿Es por eso que dejó su cielo y tocó la tierra?

-Creo que la tierra es el cielo

Todas sus experiencias fueron magníficas, allí ese Dios conoció a otros dioses, tanto de la vida como de la muerte, del amor, del odio; conoció todo lo que deseaba; pero ademas conoció el corazón de un ser humano que le retorció sus adentros.

Desde que lo vio con un velo blanco y flores por todo su cuerpo junto a los demás aldeanos del lugar, rindiéndole tributo al Dios del agua, Iris se enamoró, se enamoró de esa mirada que contenía el océano y ambos con sus cabellos largos cumplieron una promesa.

-Yo te daré una parte de mi pasado y futuro y a cambio tu dame una parte de tu vida

El humano se vio conmovido ante un gran mechón de cabello del Dios del agua, eso en aquellos tiempos donde los dioses, humanos y hadas se demostraban su amor con pequeñeces, fue lo que desencadenó tal vez el amorío más fuerte del mundo.

-Mi Dios, usted me está dando esto como muestra de amor; pero yo no me veré rebajado ante usted

El humano con apellido Kim, se cortó de su gran cabellera un mechón dorado y también se lo dió a quien había tomado su corazón en poco tiempo.

-Yo tendré la mitad de su vida y usted tendrá la mitad de la mía

-Tu serás mi único ser humano

-¿Lo promete?

-Lo prometo

Ambos trenzaron en su cabello el mechón del ajeno, tocaron la piel del otro con disfrute y se casaron como en aquellos tiempos, siendo vestidos de blanco y con las luciérnagas siendo testigos de su mutuo cariño; pero no todo puede ser de color rosa.

Sweet NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora