Una conversación desde el corazón

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Kagome estaba en completo shock mientras que Inuyasha estaba algo nervioso -Kagome, sé que renunciaste a todo por mí, sé que mereces más que esto, pero prometo darte lo mejor en un futuro- dijo Inuyasha aún con la mano de Kagome entre sus manos. -di que sí- dijo Inuyasha.

Kagome se soltó del agarrare de Inuyasha para darse la vuelta, no podía creer lo que estaba pasando, ante esta actitud Inuyasha se levantó del suelo y dijo -perdón por presionarte, no quiero forzarte a nada- ante esto Kagome se volteo con una sonrisa, con sus ojos llenos de lágrimas pronunció un -acepto- ante esto Inuyasha la tomó para darle un profundo beso.

Al separarse Kagome tuvo que preguntar -¿por eso estabas tan extraño conmigo? -dijo poniendo un poco de distancia entre ambos.

-No pienses en eso- dijo Inuyasha para tomar a Kagome por la cintura y salir de la cabaña, al salir de la cabaña el cabello de Inuyasha se tornó negro y desaparecieron sus garras y orejas de perro -hoy es luna nueva- susurró Inuyasha.

-lo había olvidado por completo- dijo Kagome algo nerviosa para después aferrarse en un profundo abrazo con Inuyasha, el cual este correspondió -Kagome, este soy yo- dijo Inuyasha volviendo a sacar la pulsera de plata para después ponerla alrededor de la muñeca de Kagome.

Y así te amo -dijo Kagome volviendo a besar a Inuyasha, tenía que provechar que él por fin estaba confesando sus sentimientos por ella, el beso se hizo largo hasta el punto de perder la noción del tiempo, se separaron y Kagome volteo a ver al cielo, se le escapó un bostezo y después tocó su pulsera de compromiso para después sonreír. Inuyasha al verla bostezar la tomó en brazos, ella se dejó llevar hasta la cama.

Inuyasha la dejó en el cuarto de ella y cuando se iba a ir Kagome lo tomó de la mano -quédate conmigo esta noche, Inuyasha- dijo Kagome con ojos suplicantes.

-No es correcto- dijo Inuyasha dándole un último beso a Kagome para después salir de la habitación – descansa Kagome-

Kagome se sintió algo confundida, pero decidió concentrarse en lo más importante, se durmió admirando su pulsera, una sonrisa se dibujaba en varios rostros esa noche, pero no todos por la misma razón.

A la mañana siguiente

Kagome se despertó con mucha energía, se removió entre las sábanas para levantarse y estirarse un poco. ¿dónde andará Inuyasha?- pensó Kagome.

-Kagome, puedo pasar- preguntó Inuyasha desde afuera del cuarto de Kagome.

-Sí, adelante- dijo Kagome acomodándose el cabello 

Buenos días Kagome -dijo Inuyasha al entrar al cuarto- al fin despertaste.

¿Dormí tanto? -preguntó Kagome algo nerviosa para darse la vuelta, vio la pulsera en su mano y quiso preguntar algo, pero Inuyasha la interrumpió. -La Anciana Kaede te mandó a llamar- dijo Inuyasha extendiéndole una manzana a Kagome -te traje esto para que comas algo, hoy tengo que salir, no me esperes- dijo Inuyasha -te dejé más agua para que te laves y suficiente fruta por si te da más hambre-  

-Gracias- dijo Kagome procesando la información. 

-No te precupes- dijo Inuyasha para revolver el cabello de Kagome -no me voy para siempre- dijo esto para darle un beso en la frente a Kagome. 

-Bueno, me bañaré y pasaré el día con la Anciana Kaede, los campos de energía aún no me salen del todo bien- dijo Kagome con una sonrisa -cuídate mucho- dijo esto para pararse de puntas y darle un corto beso a Inuyasha en los labios, este se limitó a dejarse para después irse de la cabaña. 

Kagome se bañó, se puso sus ropas de Sacerdotisa para después desayunar algo de fruta, rezó por su familia y salió de la cabaña en busca de la Anciana Kaede y por supuesto, ahora Rin que de la noche a la mañana decidió ser una aprendiz de Sacerdotisa. En el camino pensó mejor que era lo que podía hacer, debía entrenar, pero también necesitaba hablar con alguien de lo que pasó la noche anterior. Llegó a la cabaña de la Anciana Kaede sin darse cuenta, atinó a decir -buenos días- con una sonrisa.

¿Por qué a mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora