┏•╼╾╼╾╼╾ 📁 .. 𑁍ࠜ ˊˎ
┇ ❝ Nine siempre había tenido el 𝗖𝗢𝗡𝗧𝗥𝗢𝗟 de todo, su balance emocional, su espacio, sus inventos, pero, ¿por qué dejo de tener su control personal cuando el erizo azul lleno de energía burbujeante apareciera en su vida...
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El alimento era una escases en aquella ciudad apagada y triste, la falta de nutrientes, u otros organismos necesitados para los alimentos eran nulos.
Probablemente por el hecho de no encontrar la vegetación correspondiente, más que calles de pavimento y olor a cemento.
Así que por supuesto, se sobrevivía con barras nutritivas con sabor a detergente, alguna que otra con saborizante de fruta, que, no sabía a fruta.
Quizas por eso, el zorro no le gustaba comer demasiado. Tampoco es como si tuviera tiempo para eso.
— ¡Vaya que aquí la comida esta.. — sus orejas bajaron teniendo ganas de vomitar — ¡Horrible! — se quito de la boca la barra energética con "sabor a fresa", que sabía más a champaña caducada —
El vulpino rodó los ojos con fastidio, para fruncir levemente el ceño y señalarle con una llave inglesa. Haciendo una mueca, al ver que su contrario no le gustó la comida brindada que le costó conseguir y casi muere por eso.
— Es lo mejor que tenemos, Sonic. Bueno, también tenemos mentas, y jugó de uva es algo destacable entre toda la comida pegajosa que se puede encontrar por aquí, tenemos panes, pero uhg, los panes están más duros que una piedra, romperían tus dientes —
La mirada del ser azul cayó, para mirar el suelo con tristeza, ¿donde estaban sus chili-dogs?, definitivamente eran super super mejor que aquel intento de comida.
An pasado 4 días desde el incidente de la pesadilla y el consuelo, la relación que cada vez surgía entre ambos, Nine ya dormía, por que su friend le obligaba a dormir al menos 8 horas, le daban cariño excesivo, que casi nadie podría otorgar, abrazos, apoyo emocional, comida, la amistad de ambos se intensificaba por cada hora que pasaban juntos, por contrario a Sonic cada día que pasaba era una tortura interminable para el pobre erizo.
En efecto, estaba sufriendo de una ansiedad severa por no poder salir a correr, un poco más y comenzaría con un ataque de pánico, la comida que consumía, era una mierda, sabían horrible, y le costaba comer eso cuando su estómago estaba acostumbrado a alimentarse de nutrientes deliciosos y nutritivos, hasta los cocos de una palmera era lo doble de Buenos que las barras nutritivas.
Sonic ya odiaba las barras nutritivas.
Por su punto de vista, Nine. Ya estaba acostumbrado a la compañía del erizo, después de días de sufrir por ser la primera persona que era su romie por así decirlo, se había acostumbrado rápidamente a él después de los acontecimientos anteriores.
Sin embargo, su personalidad de niño malcriado no cambiaba, aún seguia tratando mal al velocista, muy tsundere el tipo.
No quería admitir el hecho que ya le agradaba estar cerca del Sonic, por alguna razón le hacía sentir protegido, cálido y, amado. Los abrazos que el azulito le daba con frecuencia le sacaban una sonrisa incosiente , no podía creer que estaba encariñandose con una Criatura que conocía tan sólo poco tiempo.
