┏•╼╾╼╾╼╾ 📁 .. 𑁍ࠜ ˊˎ
┇ ❝ Nine siempre había tenido el 𝗖𝗢𝗡𝗧𝗥𝗢𝗟 de todo, su balance emocional, su espacio, sus inventos, pero, ¿por qué dejo de tener su control personal cuando el erizo azul lleno de energía burbujeante apareciera en su vida...
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Un suspiro tembloroso salió de los labios del joven zorro. Su cabeza dolía, al estar trabajando en nuevos inventos una noche anterior.
La soledad era una compañía, cómoda y dolorosa, en ocasiones. Confiar en alguien en esta ciudad era demasiado peligroso para un simple mortal. El consejo del caos tenía ojos en todos malditos lados.
Nine no tenía padres, fue abandonado a una edad bastante corta, haciendo que se valiera por sí mismo. Intimidado, molestado, insultado por su cola extra.
Cada vez comía menos, su pelaje naranja era cada vez más oscuro y menos esponjoso como debería de ser. Ojeras bajo sus orbes azules apagados, sin amigos, escondiéndose del resto del mundo.
Lo habían herido tanto, tanto lo físico, como emocional. Su confianza y amor, aquel niño que existía en su interior había desaparecido. Al menos eso creía.
Aprendió, que nadien en esta patética ciudad se podía confiar, de alguna u otra forma. Siempre, terminarian apuñalandote en ma espalda cuando no te des cuenta.
Cerro sus ojos bajando sus orejas, para dejar el artefacto que había creado, para sentir su cabeza dar vueltas, palpitante con un dolor horrible. Se levantó de él asiento, tambaleándose, su estómago gruñio, su rostro se contrajo en un ceño fruncido, posicionando sus patas enguantadas en su frente.
Camino con lentitud a lo que parecía ser un refrigerador, para abrir este, una luz blanca proveniente del objeto iluminado la habitación y los ojos de Nine.
— ¡Ah! — al ver la luz, sus orbes se quemaron ante el cambio, su taller estaba en oscuridad. A excepción de una pequeña lámpara en su escritorio, donde se encontraba su invento. Cayó sentado para parpadear acostumbrándose a la luz. Su cabeza dolió al igual que el golpe, negó con la cabeza para mirar aún adolorido el refrigerador. Nada.
— Necesito provisiones...— se quejo adolorido, para cerrar con un portazo la puerta del objeto. Gimió al saber que tenía que ir a la ciudad. A robar tal vez.
Se levantó, apoyándose de las paredes, sintiendo su cabeza en un juego mecánico rápido donde daba millones de vueltas, por segundo, trago saliva, respirando profundo, quedándose quieto por unos minutos.
Cuando dejó de sentir ese horrible mareo, su rostro se volvió serio. Se dirigió a la puerta, para que este se abriera gracias a su tecnología. Salió de su preciosa guarida, la puerta cerrándose detrás de él, un chillido agudo resonó por el metro, debido al detenerse de un tren, sus orejas dolieron, odiaba los ruidos fuertes, debido a que sus oídos eran sencibles.
Gruñó con molestia, emprendiendo vuelo, evitando las cámaras que lo observaban se encogió para solo acelerar su paso, sus colas mecánicas se tensaron. Preparadas para cualquiera que se acercara, podría matarlo ahí. Aun que Nine no era ese tipo de personas.
Su mirada viajo por todos los habitantes, miradas, e semblante apagados, con la cabeza agachada tan deprimidos. Chasqueo la lengua indignado, algunos de ellos se metieron en su camino, así que, los golpeó con el hombro " accidentalmente", nisiquiera pidiendo una disculpa, por que, no le importaba en realidad.
Un ser que vaga solitario, sobreviviendo ante las adversidades de la violencia de la ciudad.
Adaptarse.
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