┏•╼╾╼╾╼╾ 📁 .. 𑁍ࠜ ˊˎ
┇ ❝ Nine siempre había tenido el 𝗖𝗢𝗡𝗧𝗥𝗢𝗟 de todo, su balance emocional, su espacio, sus inventos, pero, ¿por qué dejo de tener su control personal cuando el erizo azul lleno de energía burbujeante apareciera en su vida...
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La compañía, era algo que en definitivo, no se le daba. Se sentía incomodo. No consiguio una compañía desde. Que vivía con sus padres. Eso fue hace años, por lo tanto la falta de afecto era algo, qué desconocía.
La vida fue dura, cruel, y interminable, ciclo qué se repetía día a día. Tratando de sobrevivir en esas frías calles, pasando frío, hambre. Su compañía, solo fueron, zorros abusivos qué lo molestaban por su cola extra.
¿Por qué demonios nació con eso?, una anomalía extraña, debido a que sus dos padres eran zorros normales, sin embargo, el hijo por alguna razón, estaba con estas dos esponjosas colas.
Golpes, golpes, tirones, y insultos, intencionales, molestándolo, una cruel acción proporcionada por su otra cola , a cada momento que lo veían, ¿sus padres?, no tenía en ese tiempo.
Era apenas un cachorro cuando, sus criadores lo abandonaron, teniendo qué valerse por si mismo, desde una edad tan temprana, siendo peor todavía.
No conocía en lo absoluto nada. Al menos su casa fue una simpática caja qué lo ayudo a resguardarse, y por supuesto, un periódico de manta.
- ¡Oye! - un chillido de molestia salió de sus labios -¡Eso es completamente injusto! - se reincorporo tambaleándose, para negar con la cabeza rápidamente.
Ambos se encontraban encerrados. Bueno, el zorro los había encerrado a ambos.
Nine solo rodó los ojos, ante la poca falta de consciencia de cierto erizo qué estaba en el mismo lugar, junto al zorro. Chasqueo la lengua, para solo mirarlo con una mirada de disgusto.
- Idiota, ¿¡Tienes idea de cuantos bots ahí afuera te están buscando?!, ¡maldicion no sabes nada de esta ciudad! - frunció el ceño, dirigiéndose a las pantallas de su escritorio. Colocando algunos símbolos con el teclado qué estaba por ahí.
- ¡No puedes mantenerme encerrado para siempre! - se quejo, haciendo una rabieta como un niño pequeño. -
¿Por qué estaba haciendo esto en primer lugar?, ¿por qué acabo encerradolo en su taller?. No era una respuesta, qué ni el mismo tenía. Un instinto en su interior le decía que no podía permitir que se vaya asi de fácil.
Toco unas teclas, haciendo que más pantallas se reflejarán los múltiples robots a lo largo de la ciudad, buscando con desesperación a la criatura no identificada, literalmente.
- Escucha..- Comenzó señalando a los seres robóticas con una clara mueca de disgusto - Si sales ahí afuera, tan solo pisar el concreto del suelo, serás capturado. En los últimos minutos la vigilancia, se elevó hasta a los cielos. Salir en estas condiciones, es lo más estúpido que podrías hacer. -
