fifteen

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Nota autora:

Holaaa, hoy os vengo a hacer spam sobre mi otra historia ajaja, ya tengo algunos capítulos publicados y me haría mucha ilusión que lo leyeseis y votarais por él, es sobre Sergio Ramos. De verdad os lo agradecería de corazón si lo recomendarais con amigos o no sé.
Y sobre esta historia, desde este capítulo empieza la verdadera tristeza.
Bueno, lo decía como si fuera re triste la historia ajajaj

Bueno, sin más spam, aquí os va otro bello capítulo de esta historia 😽😽

Bueno, sin más spam, aquí os va otro bello capítulo de esta historia 😽😽

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Toni:

Agatha se fue a casa y estuve pendiente del móvil por casi una hora solo para saber si ella se encontraba bien.

Estuvimos hablando un rato largo mientras reíamos y bebíamos, hasta que vi el cabello rojizo de una persona que yo conocía tan bien, ¿qué hacía aquí? Fue lo primero que se cruzó en mi mente, intenté disimularme entre la gente pero de igual manera me reconoció, se acercó a mí con una linda sonrisa que me fue imposible ser borde con ella aunque las cosas con ella ya llevaran más de cuatro meses solucionadas.

-Hola Toni- me saludo sentándose a un lado mío siendo casi inaudible por el bullicio de la música y de le gente hablando -¿Qué tal estás?-

-Hola Jessica, muy bien, ¿y tú?-

-Yo también- asentí con mi cabeza y una sonrisa -¿Y tu novia?-

-Vino, pero se sentía mal y hace no mucho que se fue- le respondí rascando mi ojo por el sueño que se me estaba comenzando a provocar

-Oh si, de hecho, creo que tropecé con ella cuando iba entrando, ¿llevaba un vestido rosa y labios muy rojos?- describió a mi novia como si se hubiera tomando el tiempo suficiente para analizarla

-Sí, esa misma-

-Anda, pues sí que es guapa- ella me dio una palmada en el hombro y le sonreí

La verdad, no pensé que hablar con ella me agradaría tanto, me distrajo un poco del ambiente y me entretuvo porque desde que Cristiano y el resto se embriagaron la fiesta se había vuelto un poco más aburrida. Estuvimos hablando del trabajo, de la vida y de muchas cosas más que nunca pensé que ella me contaría.

De repente, la gente comenzó a irse, supongo que era por la hora o quizá porque se estaba volviendo demasiado aburrida, salí con Jessica hablando y riendo al parqueadero.

-Oye, ¿en que viniste?- le pregunte encendiendo mi coche y acercándome a ella

-He venido en un Uber, ahora tengo que pedir el de vuelta- rio acomodando su cabello detrás de su oreja

-¿Aún no consigues el carnet de conducir?- negó con la cabeza y rio antes mi comentario, siempre me dijo que iba a hacer lo imposible por poder aprender a conducir -¿Quieres que te lleve?- sus ojos se iluminaron y me sonrió apenada

-Oh, no Toni tranquilo, no quiero ser una molestia para ti-

-No pasa nada Jess, yo te llevo, vamos- ella volvió a sonreír y se subió al coche.

El viaje fue un poco más silencioso, supongo que era porque se estaba quedando prácticamente dormida. Al llegar ambos nos bajamos del coche.

-Muchísimas gracias Toni, probablemente hubiera sido una mierda de noche si no hubieras estado ahí- ambos sonreímos y nuestros cuerpos se fueron uniendo como si una fuerza invisible nos estuviera empujando, y la bese.

La bese.
Y lo seguí.
Y yo no hice nada para frenarlo.
La había besado teniendo una novia.
Y eso fue lo primero que vino a mi cabeza, Agatha.

-No..- me separe de ella y murmure -No, no, no..-

-Lo siento, no debí..-

-No, no, no- eran las únicas palabras que salían de mi boca, salían de manera automática, me subí nuevamente a mi coche y conduje lo más rápido que pude hacia mi casa pensando en lo que acababa de hacer, arrepintiéndome de siquiera pensarlo.

Llegue a mi casa, podía ver la luz del salón encendida, pensé antes de bajarme nuevamente en ese beso tan amargo y camine lentamente hasta la entrada, abrí la puerta y vi el salón vació, apague la luz y camine hacia la habitación en la que encontraba Agatha durmiendo.

Me dieron ganas de llorar, ¿cómo era capaz de ser tan miserable y engañar a una mujer que ha dado todo por mí? Me acerqué a ella y acaricié su cara con la yema de mis dedos, sentía como si esas caricias estuvieran prohibidas para mí ahora.

Me puse la pijama y me acoste a su lado, me quede mirándola un rato, su pecho subía y bajaba debido a su respiración.

Suspire fuertemente y cerré mis ojos intentando dormir.

Maldito sea el momento en el me ofrecí a llevarte Jessica, maldito sea el día en el acepte ese beso, ahora por mí culpa Agatha no está, ella se fue

Liebst du mich? | Toni Kroos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora