Estaba acostumbrado a que doliera, a cerrar los ojos y fingir que no pasaba nada, porque odiaba cada que su cuerpo era tocado de manera extraña para el placer ajeno.
Pero, ahora, quien lo tocaba era Manjiro y mierda…sí que sabía dónde tocar con exactitud.
El cenizo tenía un objetivo claro, hacer sentir bien a Takemichi, y con suaves besos en la delicada piel lo estaba logrando. Ambos desnudos, pegados y excitados, besando sus labios como si sus vidas dependieran de ello.
Para Takemichi era extraño, no sentía miedo ni asco, sentía un cosquilleo en su vientre y le gustaba. Le gustaba sentir el cálido aliento chocar contra su piel, las fuertes manos sosteniendo su delgada cintura y los carnosos labios que dejaban marcas en cada rincón de su cuerpo.
El beso fue roto, por falta de aire, ambos estaban agitados y sonrojados, Manjiro sonrió con dulzura y acarició la mejilla del menor.
—¿Puedo?— preguntó el cenizo, mientras su mano bajaba hasta los desnudos muslos.
Takemichi miró el cuerpo ajeno con detenimiento, cada músculo, cada cicatriz, bajando la mirada hasta eso.
Mierda.
Pasó saliva nervioso, era consciente de que todo entra, si se estimula de manera correcta, pero eso no quitaba el hecho de que dolería como el infierno. Ladeo su cabeza algo inquieto, pero terminó por asentir, cerró sus ojos con algo de miedo y sintió cada suave tacto que Manjiro le regalaba.
Las yemas de los largos dedos recorrían sus muslos, subiendo lentamente hasta su pequeño miembro, soltó un jadeo al sentir la respiración de Manjiro entre sus piernas y abrió los ojos lleno de confusión.
—E-espera— pidió nervioso, empujando suavemente los hombros del cenizo que estaba con la cara entre sus piernas —No es necesario…
—¿Por qué no? Te haré sentir bien, no te preocupes.
Takemichi no pudo protestar, su miembro había sido engullido por el cenizo haciéndolo soltar un jadeo sorprendió, la extraña sensación de la cálida lengua lamiendo su falo era exquisita, el cómo Manjiro succionaba su glande mientras masajeaba los pequeños y lampiños testículo.
Era simplemente asombroso.
Sus caderas empezaron a menearse, en busca de más, tomó entre sus dedos las hebras rubias y envolvió el cuello del cenizo con sus muslos mientras echaba su cabeza para atrás y gemía con descaro.
Manjiro parecía fascinado, no dejaba de lamer el miembro ajeno, era fácil de engullir por su pequeño tamaño, y pronto sintió ese espeso fluido invadir su boca, trago sin problemas y sonrió.
Takemichi soltó un largo y cansado suspiro, era la primera vez que se corría por algo así y era genial, empezó a respirar algo agitado mientras Manjiro se incorporaba nuevamente para besar ahora el delgado cuello; la mano traviesa del Sano bajo hasta los glúteos del menor, levantó un poco la cadera del chico y masajeo el enorme culo, sintiendo el lubricante del doncel empapar sus dedos.
ESTÁS LEYENDO
Good Morning Daddy [MITAKE] ✅️
FanficDonde Takemichi es padre de una linda niña de 3 años llamada Emma Hanagaki, la pequeña infante tiene un encuentro inesperado con el líder de la mafia más peligrosa de Tokyo y pronto inicia su aventura.