Capítulo 6. Una mirada especial.

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Los dos tuvieron sexo nuevamente mientas se bañaban y a decir verdad había sido igual o más espectacular que el de la noche anterior. Salieron de bañarse y se cambiaron para ir a la universidad, él en su carro traía camisetas de cuadros, sus lentes y se vistió como de costumbre y cuando llegaron él detuvo el carro en frente de la puerta de entrada.

-Puedo pedirte un favor Regina.
-Si el que quieras. Dijo ella sonriendo.
-Por favor no le digas a nadie que tengo dinero.
-No te preocupes Damián yo no diré nada. Te puedo hacer una pregunta.
-Claro.
-¿Por qué te vistes así?
-Como te dije ayer, se me acerca mucha gente interesada y este atuendo es solo para evitarlos, así paso desapercibido no es que sea famoso pero en las fiestas que organizan mis padres me reconocen muy fácilmente. La gente suele ser muy hipócrita te adulan y ni siquiera saben lo que te gusta.
-Y tal vez adivino que... Te gusta mucho leer.
-Sí y claro que como nadie me conoce bien ni siquiera imaginarían que mi vida la paso en una biblioteca.
-Me gustaría saber ¿Cuándo volvemos a salir?
-Cuando quieras pero sin beber que esta vez quiero recorrer tu piel lentamente y que sea más placentero para ti.
-Si antes de conocerte hubiese sabido que eras tan buen amante creo que hubiese intentado contigo algo antes.
-Bueno ahora puedes intentar hacer lo que quieras conmigo preciosa.
-Esa idea me agrada. Entonces nos vemos mañana.
-Paso por ti a las 7:00 p.m.
-Está bien. Por cierto gracias por haberme traído.
-Un placer preciosa. Regina le dió un beso en la mejilla y salió del coche dirigiéndose a su Salón de clases en el cual ya se encontraba Sandy quien empezó con un interrogatorio al ver la cara de tonta que traía su amiga.

-¿Qué te pasa Regina? ¿Estás bien? Tienes un brillo especial hoy en los ojos como cuando una está enamorada.
-Claro que no, estas equivocada Sandy y no me pasa nada.
-Está bien si no me quieres contar lo entiendo.
-Me acosté con Damián, los dos estábamos ebrios pero fue tan especial y maravilloso. Por favor no se lo vayas a decir a nadie.
-Está bien pero puedo saber ¿Quién es Damián? ¿Lo conozco?

Sandy no sabía nada de la apuesta que había hecho Regina y Rachel por eso estaba un poco confundida.

-Es el chico de la biblioteca.
-No puede ser, pero si es el chico al que tú y Rachel se la pasan molestando.
-Ya lo sé pero hemos arreglado nuestras diferencias.
-Ya lo veo pero no crees que te estas enamorando demasiado rápido.
-¡No estoy enamorada de él!
-Eso diseño a tu cara a mí me parece que sí.
-¡Claro que no! Y sabes que ya no quiero seguir hablando del asunto.
-Está claro que no quieres hablar de ello porque sabes que fue algo maravilloso como lo describes y tú no saldrías con un tipo como él y lo entiendo pero el amor es algo hermoso y no debemos fijarnos en el físico de los demás si no en los sentimientos.

<<Si supieras que Damián está buenísimo>>. Pensó Regina.

-Y estoy segura de que deseas que sea la hora en que terminen las clases para ir a verlo a la biblioteca. Prosiguió Sandy.
-Pero tengo que ir a la biblioteca a estudiar.
-Y eso es muy conveniente para ti porque él esta hay.
-Está bien quiero ir a verlo pero nadie más lo puede saber.
-Tranquila tu secreto está a salvo conmigo.

En ese momento entraron Rachel y Daniel y las saludaron.

-Buenos días. Dijeron las dos al unísono.

-¿Qué hiciste ayer? Te llame a tu casa y no me contéstate y hoy tienes un brillo especial en la mirada, que ¿estas saliendo con alguien? Dijo Rachel.

Tan obvio era que se estaba enamorando de Damián, claro que no eso era una tontería, la gente no se enamora de un día para otro.

-¡No, no estoy saliendo con nadie!
-Está bien pero cálmate. Aunque siento que me estas mintiendo y las amigas no se mienten.

Saliendo al receso Regina y Rachel pidieron hablar a solas.

-Y bien, ya me vas a contar que es lo que estas ocultándome.
-Gane la apuesta.
-¡Cómo!
-Acostándome con Damián.
-Me refiero a que... No puedo creer que lo hayas hecho tan rápido.
-Tengo fotos en mi celular de los dos desnudos por si no me crees.
-Claro que te creo. Felicidades esta vez te luciste.
-Gracias.
-El próximo lunes tienes tus joyas.
-No hay prisa, dámelas para el baile.
-Como quieras.

Daño por una apuesta (Editando).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora