Capítulo 8. Un lugar especial.

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Damián llevo a Regina a un parque, alumbrado muchas farolas que daban vida al lugar y lo hacían parecer mágico.

 <<El lugar perfecto para los enamorados>>. Pensó Regina y después dijo.

—Este lugar es hermoso.
—Y es muy especial.
—A si ¿Por qué?
—Aquí se conocieron mis padres. Es como la biblioteca para nosotros, única y especial.
—Vamos.
—¿De verdad quieres bajar del coche?
—Sí, quiero ver mejor este lugar.

Damián abrió la puerta del carro y ayudo a Regina a bajar, después le ofreció su brazo y juntos caminaron por el parque que realmente era bellísimo, llegaron a una gran fuente y se sentaron en ella.

—Antes solía venir aquí seguido.
—¿Y dejaste de hacerlo?
—Sí.
— ¿Por qué?
—Supongo que porque no tengo mucho tiempo libre.
—Y dime es igual de hermoso de día como lo es de noche.
—Digamos que no tiene el toque romántico que dan las farolas y que no hay intimidad porque este parque está lleno de gente.
—Bueno creo que un día de estos tendremos que venir de día.
—Yo estaría encantado de traerte de nuevo aquí. Sabes este es mi lugar favorito de la ciudad también es mi lugar de reflexión. Me gustaría decirte un poema.
—Y a mí me encantaría escucharlo.
Podrá nublarse el sol eternamente
Podrá secarse en un instante el mar
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón
Pero jamás en mi Podrá
Apagarse la llama de tu amor.

 —Es un hermoso poema de Gustavo Adolfo Bécquer.
—¿Te gusta Gustavo Adolfo?
—Mucho de hecho es uno de mis poetas favoritos.
—Algo nuevo que he aprendido hoy de ti. Regina sonrió.
—Sabes me siento tan bien estando contigo.
—A mí me pasa igual.

El tiempo que estaban pasando juntos era un momento mágico y con miradas que hechizaban el uno al otro y sin más comenzaron a besarse pero este beso fue único e inigualable, él la estaba besando como ningún otro hombre lo había hecho y eso era algo que ella guardaría por siempre en su memoria y en su corazón.

<<Déjalo, apártate de él que no recuerdas que solo lo utilizaste, el reto solo fue acostarte con él, no enamorarte>>. Le dijo su subconsciente a Regina.

Ella se apartó inmediatamente del lado de Damián y eso se le hizo extraño a él.

—¿Pasa algo?
—Nada es solo que estoy cansada. Mintió. —Crees que podrías llevarme a mi casa.
—Como lo desees, pero ¿hice algo que te molesto?
—No para nada. <<El beso fue increíble>>. Pensó Regina.

Damián le ofreció de nuevo su brazo para acompañarla de regreso hacia donde se encontraba el carro estacionado y ella encantada lo acepto.
Cuando llegaron lo primero que se le paso por la mente a Regina fue despedirse de Damián y entrar rápido a su casa, aunque eso hubiera sido muy grosero y después pensó que él se merecía de su parte un trato más amable ya que había tenido detalles muy lindos para con ella esa noche así que lo invito a pasar.

—Siéntate ¿qué te ofrezco? Tengo café, tequila, vodka...
—El tequila estaría bien pero mejor un café.
—Enseguida te lo traigo.

Minutos después Regina regreso con dos cafés y se sentó a un lado de Damián. Pasaron las diez, las once, las doce y la una platicando.

—Regina ya es tarde me tengo que ir la pase increíble contigo y...
—¿Por qué no te quedas?
—¿De verdad?
—Sí.
—Está bien.
—Ven vamos a mi cuarto.
—Me voy a cambiar ponte cómodo.
—Está bien.
—Damián se quitó el pantalón, la camiseta y se acostó en el sillón que había en la habitación de Regina y se tapó con una cobija que se encontraba en el mismo.

Regina se puso un camisón rojo muy sexy como para provocar a Damián pero su única intención era salir del cuarto de baño y dormirse por que verdaderamente se encontraba muy cansada. Cunado salió se metió en la cama debajo de las cobijas.

—Damián.
—Sí.
—Ven a la cama, ese sillón esta incómodo.
—¿De verdad quieres que vaya a tu cama?
—Si pero te advierto que tengo mucho sueño además está haciendo mucho frio ¿Que no lo sientes?
—No.
—Ya me imagino por qué pero no importa me arriesgare.
—Entonces te acompaño en tu cama.
—¿Quieres darte un baño primero?
—Sí, creo que lo necesito urgente para quitarme este calor.

Damián entro a bañarse y cuando Salió Regina estaba profundamente dormida, se metió en la cama despacio y la observo por varios minutos.

<<Sin duda es la mujer más hermosa con la que he estado>>. Pensó y después se dejó arrastrar por el cansancio y fué en sus sueños que se dió cuenta de que quería estar con Regina pero no solo para tenerla de amiga quiera que ella fuera su novia, si en su sueño le había dicho que si por que en su realidad le diría que no.

Daño por una apuesta (Editando).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora