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Zoro's pov

Esto tomo mucho más de mi tiempo...

"Cejillas volví" dije entrando a la habitación de golpe, más no vi a nadie ahí. ¿Se habrá escapado? No... este lugar esta repleto de seguridad, pero... ¿puede ser que si? "Mierda Sanji, hiciste lo único que te pedí que no hicieras" Susurre.

Salí de la habitación que estaba tal y como estaba antes. Tanto así como si nunca hubiera estado el rubio ahí. "Klahadore ven aquí ahora" Grite y en menos del tiempo que me tome en decir eso él se acercó, "¿Donde están mis hombres? Busca a Sanji ahora mismo"

"Señor temo informarle que justamente antes de eso no encontramos rastro de él, los guardias de la puerta de su habitación, fueron un momento por agua y cuando tocaron para ver no había nadie" dijo nervioso pero sin mostrarlo, aunque a Zoro no se le pasaba esto, ni el detalle de que desde que sus hombres intentaron capturarlo él se mostro bastante escurridizo. Aunque tal vez también fue un poco mi culpa por aflojar demasiado el nudo sabiendo que a la primera oportunidad él la aprovecharía.

"Bien, pues sigan buscando y si lo encuentran no duden en traerlo a mi pero no vayan a tocarlo" demande y él salió haciendo una reverencia, cerrando la puerta de madera. "¡Carajo!" Me tire a la cama y la puerta del baño se abrió.

¿Adivinen quien salió? Nuestro amiguito de cejas rizadas.

Sanji salió con una toalla en su torso y otra en su cuello mientras secaba su bello y lacio cabello dorado. Él pareció sorprendido por un momento pero luego sonrió tímido y se acerco.

"Lo siento, quería darme una ducha... Espero no haya sido una molestia" dijo abriendo un closet buscando ropa en él, cogió una de las pocas camisas mías de botones color blanco y se la puso sin quitar la toalla, acto seguido busco un boxer aunque estos eran un poco mas grandes se lo puso. "¿No tienes unos pantalones de casualidad?" Preguntó.

Poco le importo que me lo estuviera comiendo con la mirada, él cejas de remolino se paseaba por la habitación meneando sus caderas, se quito la toalla y la dejo en la silla de madera que ahora se encontraba  en la esquina, inclinandose un poco para extenderla dandome una vista de los dioses.

"No fu-fue molestia y sí pero no te quedaran, la camisa esta bien, pero tengo una yukata más pequeña que creo que te quedaría bastante bien" tosi disimulando el nerviosismo y me levante de la cama.

"Paso, tal vez otro día, y supongo que como me quedare aquí y como la camisa también me queda algo larga me quedaré así un rato, gracias por no molestarte" sonrió honesto.

Que sonrisa más bonita... Pero las palabras hicieron eco en mi cabeza, ¿Otro día?, ¿Enserio dijo eso?. Tal vez vio mi cara de confusión ante el comentario hecho así que respondio mi duda "Se que por alguna razón que no entiendo aún me has secuestrado por que te da la gana y puedes, y al menos por un tiempo no intentare escapar, puedes confiar en eso. Verás mi “casa”" hizo comillas con sus dedos "Es un completo desastre y no me gusta estar ahí, incluso pensaba en mudarme y estaba buscando lugares cuando sucedió esto, entonces supongo que puedo quedarme, no?" río amargamente.

"Claro y se que va a ser tonto decir esto pero puedes confiar para hablar conmigo en cualquier momento que tu quieras, no te juzgare" sonreí y vi como sus mejillas se pintaron de un rosa pastel muy lindo. Me acerqué un poco a él y estaba a punto de tocar su hombro cuando la puerta se abrió.

"Señor, no esta. Lo buscamos por toda la cas-, oh, disculpe la intromisión" hizo una reverencia y ya harto de que siempre fuera inoportuno jale a Kuro de la camisa y lo saqué del cuarto.

Katana y Cuchillo - ZoSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora