¡𝗛𝗖𝗙! | Los negligentes padres de Quackity deciden mandarlo a una escuela privada de España para que se le quite lo "naco", pero el al principio está en total desacuerdo con la idea.
Debido a su pensamiento de que en esa escuela solo habrán morro...
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"¡Hey, Chico Fresa!"
|Narrador Omnicente|
Luzu se quedó congelado, ¿Quackity estaba...?
Todo su cuerpo templo sin control, quiso soltar alguna palabra pero solo se quedaron en intenedibles balbuceos.
Sintió algo romperse dentro de él, provocando que miles de pedazos saliesen disparados, clavándose en lo más profundo de su ser, quemando por dentro.
Doliendo como hace tanto no lo hacia.
No podia caer en la noticia que acababa de recibir.
Sonaba tan irreal.
No podía ser verdad...no
Era extraño, no derramaba una sola lagrima, pero sentía su alma romperse tan dolorosa como inexplicablemente.
Minutos después, aun sintiéndose horriblemente pero ya pudiendo hablar, el oji carmin pregunto.
—¿Cua-cuando...? ..¿Por-Por qué...?—
—Hace tres años...el vino aquí y se veía tan mal, como si no fuera el—Recordó— me pidió que le guardará unas cosas y se las entregara cuando pudiera a ciertas personas, me sonrio como solo el sabe hacerlo y luego se fue, perdiéndose en la lluvia que había ese día.
—al día siguiente, en las noticias estaba el titular de "Joven se suicidio saltando de un puente al agua helada"—La mujer empezó a llorar silenciosamente, pudiendo escuchar aún la voz del presentador diciendo el titular.
El castaño no tenía palabras para decir, se sentía sin aire y palabras pare expresar.
—Espérame un segundo aqui—Entró por una puerta al lado del comercio.
Luzu miraba todos lados, sin asimilar aún la situación, ¿era esto un sueño?, por que se sentía tan irreal, tan falso, tan imposible.
Sentía que no debería de estar viviendo esta situación, que debería estar con Quackity, teniendo un reencuentro cargado de amor y felicidad.
Momentos después la anciana salió con una gorra, oh claro que Luzu conocía esa gorra, junto con dos cartas, verde y roja pastel en las manos y una pequeña nota.
—Ten...esto es lo que Quackity me pidió que te diera—Le extendio ambas cosas y Luzu las tomó, las miro con incredulidad.
—Gracias...—
—Y si necesitas contactarte con los amigos de Quackity estos son sus numeros—Le entrego la nota con una dirección rápidamente escrita sin mucho cuidado.
(...)
Estaba nuevamente en aquella habitacion de hotel, sentado en la cama con la carta en manos, su nombre estaba escrito en ella.
