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Jueves 11:30

Sonó el timbre, dando inicio a los únicos 30 minutos de la escuela que valen la pena.

— Ya pueden salir, regresando del receso les toca clase conmigo otra vez. — Dijo la profesora y salió de ahi, pensando en un café negro muy cargado para seguir con el día sin suicidarse.

Después de que saliera, la mayoría de sus compañeros se levantaron al rededor del pupitre de Rodrigo.

Sentados un par de mesas a lado, irritados de ver como su amigo giraba su cabeza todo el tiempo intentando hablar con todos. — Boludo, ¿cómo aguanta tanta gente hablándole?

— Ni puta idea. — Rodó los ojos

Carrera se levantó, pidiéndole amablemente a algunos que estaban ahí que se movieran para pasar.

— Por fin. ¿Podemos ir a comer ya?

— Si si, perdón. ¿Vamos a la fuente? — Caminó hacia sus amigos, aún con gente detrás.

— ¿Llevas a tus mascotas? — Se burló Martin en voz baja

— Cállate.

Rodrigo, Martín y Tomás estaban caminando como cualquier otro día por los pasillos. Si tu definición de normal es que tengas a una multitud de gente detrás, claro.

Llegando a esa pequeña fuente del patio, todos se sentaron en las bancas, algunos en el pasto y otros en el piso. Rodrigo se despidió de todos, pues esta vez quería estar a solas con sus amigos.

Los tres entraron de nuevo, pero esta vez, tomi se separó. Para ir a mear

— ¿Te has dado cuenta de que tomi va a mear en todos los recesos? Tipo, no deja ni u-. — Se detuvo en seco, observando al chico con el que su amigo chocó.

Distraído por prestar atención a Martín, no se dio cuenta de con quién chocó, pensando que era una pared o algún pilar — Ay.. — Puso ambas manos en el pecho de Iván, dándose cuenta de que la pared respiraba.

Miró arriba, subiendo la cabeza cada vez más hasta encontrarse con la mirada de su lindo azabache.

— Ah... Lo siento. — Alejó la mirada en un instante

— No hay porblema..

Tanto Martín como Nicolás se sentían incómodos, con el constante sentimiento de que interrumpian algo.

El de lentes solo cambiaba miradas entre el castaño y el pelinegro, pensando en si ese era el chico del que habló carrera la noche anterior. En un momento, Buhaje sintió su mirada y lo volteó a ver, al reconocer su cara frunció el seño, rodó los ojos y devolvió su atención al lindo chico que tenía enfrente. Eso causó confusión en Martín, en definitiva esas caras eran de alguien que estaba molesto con él, pero ¿por qué?

Nicolás, a diferencia de Martín, pensó inmediatamente en salir de ahí, no quería ser un mal tercio o interrumpir el momento de su amigo con el chico que "No le gustaba"

— Eh.. ¡Martín! Acompañame a mi locker, olvidé unas cosas.

— ... ¿Y vos quien sos?

Respiró hondo, algo enojado de que Martín no entendiera lo que pasaba. — Solo vámonos — Lo tomó del hombro y se alejaron de ahí.

— Si, ah.. Perdón, de nuevo.. — Habló nervioso, jugando con sus manos

— Esta bien, de verdad. — No podía apartar su mirada de sus labios.

— Si.. Lo siento, estaba muy distraído.

Iván lo tomo del mentón, provocando que Rodrigo se sobresaltara y su ligero rubor se tornó en un rojo vivo. — Te dije que no había problema, deja de disculparte, ¿si?

Sonrió amablemente, quizá estaba igual de nervioso que Rodrigo, pero no iba a demostrarlo. Un dia antes estaba muriendo por dentro, pensando en la vergüenza ajena que debió dar, y ahora estaba aquí, controlando el impulso de agarrar su cintura y por fin probar esos lindos y rojizos labios.

Mientras que, su contrario, estaba totalmente quieto, tenso y con ganas de huir. Pero, algo lo mantenía ahí, sin apartar la mirada de los lindos ojos de Iván.

Mierda, ¿qué hago?

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A esperar otro mes 🤓☝️

Delivery | RodrivanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora