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Viernes 08:04

Iván llegó al salón que le tocaba, esta vez sin saludar a Nicolás.

Rodó los ojos al ver como su amigo lo ignoraba - Hola a ti también.

- Ajá.

- Iván. ¿Posta vas a hacer esto?

- ¿Qué cosa? - Dijo sin atreverse a mirarlo, mientras sacaba y acomodaba algunas de sus cosas.

Respiró profundamente para calmar su estrés, pareciendo estar sorprendido. - Como quieras. - Se levantó junto a su mochila y se fue a otro asiento

Con cada paso del rubio, el sentimiento de arrepentimiento invadía al azabache, aún si tenía una expresión de seriedad, ¿había hecho algo mal? Aunque la respuesta fuera obvia, él tal vez era tan idiota para no notarlo.

Las clases continuaron con normalidad, pues no se detendrian por los problemas internos de un simple universitario.

"¿Qué dije?" Pensaba el pobre chico de largas pestañas, tal vez el silencio de su amigo lo hacía sentir así, o bueno, eso se hacía pensar, pues aún sentia cierto vacío después de no haber visto a su oculto enamorado.

A mitad de la última clase antes de salir a comer, se acercó a Nicolás por primera vez en el día, dejó sus cosas en el piso y se sentó a su lado, ¿podés hablarme?, preguntó

- Ajá.

- Nicolás..

- ¿Qué? ‐ Preguntó con la voz alterada

Intentó decir algo, una palabra, una disculpa, nada. - ..¿Me pasas la tarea?

Rodó los ojos, y lo miró ahora harto de él - No. -  Dijo y se fue, revisando en sus bolsillos el dinero que traía con él

Iván se estiró en la mesa, ¿Por qué no dije nada? Ni siquiera tendria que decir algo, no hice nada. Pensó

Recargo su frente en la mesa mientras miraba sus pies, sentía un vacio, como si tuviera que hacer algo, como si necesitara hace algo.

Muy en el fondo sabia qué era ese "algo" que anhelaba

Pero cada vez que pensaba en ello, o bueno, él, en su estomago revoloteaban mariposas, y odiaba ese sentimiento.

Se aferraba a la idea de que no existian, las asesinaba con tanto odio porque amar era estúpido, porque la razón de que existan, era un hombre y es realmente asqueroso.

Pero, es solo un amigo, ¿no? No está mal si dejas que él solo te hable.

Incluso si quería evitarlo como si alguien lo juzgara si lo viera, a lo largo del día intentaba buscarlo, con la mirada, sintiendo un ligero escalofrío cuando veía a alguien parecido a él, o simplemente la sombra de alguien con el mismo corte.

Mientras estaba en una de las zonas con pasto de la universidad, y en el peor momento en el que podía ser, una pareja de dos hombres caminaban de la mano frente a él, sin miedo a reir con una mirada de amor, sin miedo a besar su mejilla. Sintió asco, pero, ¿por qué? Le provocaba asco su propio asco, tal vez, pena por pensar que era asqueroso el que una persona sea feliz con quien ama. Se imaginó que cierto oji verde podía estar en ese lugar junto a él, una sonrisa se empezaba a formar en su rostro por primera vez en el día, pero pronto sintió esa oscuridad que lo aturde rápidamente, ese dolor de punzada en el pecho había vuelto mientras se secaba las lagrimas junto a la sangre en su nariz, con su padre de fondo gritando lo repugnante que era por decir que un niño era lindo.

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⏰ Última actualización: 13 hours ago ⏰

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