Capítulo 54.

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No recibí respuesta.

Volví a llamar.

Los llantos de mi amigo desaparecieron, no se oía nada.

-¿Luke?

Nada.

Entré en la habitación.

Dicen que cuando ves algo traumático tu cuerpo no sabe reaccionar. Inerte, sin posibilidad de moverte o de hablar.

Blanca. No sentía nada.

Luke estaba en el suelo, cubierto de sangre. En los brazos presentaba unos cortes profundos. No para de desangrarse.

-Luke...-Susurré.

No podía hablar. ¿Qué está pasándome?

-¡Luke! ¡Elizabeth, corre! ¡Llama a la ambulancia!-Por fin pude gritar.

Fui corriendo hasta mi amigo, me quité la ropa para intentar taponar las heridas, se estaba muriendo.

-Luke, por favor, no te mueras. Te necesito para siempre, eres mi mejor amigo.-Mis lágrimas no cesaban.

Mi mejor amigo, la persona más importante de mi vida, se ha intentado quitar la vida.

Su pulso es muy débil, ha perdido mucha sangre.

En menos de lo que canta un gallo la ambulancia llegó. Los médicos se lo llevaron enseguida y yo detrás con mi coche.

Es probable que las últimas palabras de mi mejor amigo hacia mi hayan sido "quiero estar contigo, Sel."

Entré corriendo al hospital, mi amigo estaba ya en quirófano. La situación es grave.

Elizabeth apareció a la hora, estaba con Cristiano y Gareth.

Me salió abrazarle, solo necesitaba sentirme protegida en sus brazos. Luego recordé que es la primera vez que hacía esto en la vida real y me aparté.

-Se va a morir y es mi culpa.-Dije sollozando.

-Ni se te ocurra culparte por esto, Sel. No puedes hacer nada, él te ama y tu a él no, pero no por ello es culpa tuya.-Dijo mi amiga.

Tenía razón.

Ella y Cris se fueron a la cafetería del hospital, yo no quería moverme del sitio, la entrada de los quirófanos. 

Gareth se quedó conmigo.

-¿Cómo estás?-Preguntó.

-Muy preocupada, nunca olvidaré esa imagen. Verlo en el suelo, ensangrentado, inerte...

-Lo sé, pequeña. Verás como todo va bien.-Me acercó a él.

Tenía unos brazos enormes. Su cuerpo en sí era grande. Me sentía muy chiquitita a su lado, pero sin miedo.

A la hora salió el médico. 

-¿Familiares de Luke Hemmings?

Los cuatro nos levantamos del asiento.

-Chicos, hemos hecho todo lo que ha estado en nuestras manos...

Y dejé de escuchar. 

Sentía como los latidos de mi corazón se aceleraban, me retumbaban en la cabeza.

Un sudor frío me recorría la espalda, todo me daba vueltas y, por un instante, perdí la visión y no recuerdo nada más.

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Desperté al cabo de 15 minutos, parece ser que me desmayé.

Lo primero que vi es a mi mejor amiga a mi lado.

-¿Cómo estás?

-Bien, me encuentro mejor. 

Hubo un silencio demasiado largo.

-Se ha ido, Sel. Nuestro pequeño se ha marchado.-Dijo sollozando.

-No puedo evitar sentir la culpa.

-Ni de coña, deja de pensar en eso.

No me salía llorar. No podía procesar que mi mejor amigo se haya muerto y de esta forma.

Vivía en un constante shock.

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1 semana después

Desde el funeral de Luke no he podido formular una conversación completa.

Hoy es mi primer día en la psicóloga.

Gareth ha estado pendiente de mi toda la semana. Sin conocernos de nada se ha comportado como si lo supiéramos todo.

Ha dejado los entrenamientos del equipo y el partido por estar a mi lado.

Creo que teme que cometa alguna locura y, no se por qué motivo, se siente responsable de mi.

-Te recogeré a la salida, Selena.-Me dijo.

-Perfecto, aquí estaré esperándote. Como siempre.

Él sonrió pero yo no pude corresponderle.

Se ha apagado mi luz, no tengo ganas de nada, me duele el pecho constantemente. Vivo en un estado permanente de depresión y ansiedad.

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6 meses después

Ya estamos en verano.

Mi relación con Gareth era un tanto extraña. Después de lo de Luke estuvo un mes a mi lado.

No nos separábamos nunca. Se vino a vivir ese mes conmigo.

Aunque yo no tenía ningunas ganas de salir de mi habitación, él hacía lo posible para animarme.

Gracias a él y a la psicóloga pasé lo mejor que pude el duelo de la muerte de Luke.

No éramos novios, tampoco nos habíamos besado ni nada. Nuestra relación se basaba máximo en abrazos y besos en la mejilla.

No entendía cómo podía seguir a mi lado, no le estaba dando nada. Solo mi compañía y la tristeza que me rodeaba en los últimos meses.

-Gareth, ¿por qué sigues a mi lado, si no te doy nada de lo que necesitas?

Hubo silencio, me miró a los ojos y habló.

-Estar contigo es lo único que necesito. Necesito ver tu mirada. Necesito escuchar los latidos de tu corazón. Necesito que me abraces cuando lloras y que compartamos las palomitas viendo películas. Necesito pasear contigo de la mano por la orilla del mar en un atardecer, imaginándome como sería si pudiera besarte. Te necesito a ti y eso es todo lo que tengo, por lo tanto soy feliz.

No supe qué decir.

-He de confesar que, obviamente, me gustaría dar un paso más. Me gustas de verdad Selena, siento cosas muy bonitas por ti y necesito que las sientas tú por mi.

Y entonces lo supe y le besé. Un beso largo, lleno de amor y de vida.

Y ahí en cuando me di cuenta, que los sueños se cumplen por mucho que creas que es mentira. Que la vida es un instante y que hay que compartir con los tuyos todos los momentos al máximo.

Que mi mejor amiga era mi hermana y mi mejor amigo era el hombre de mi vida, sin necesidad de sentir algo más que una amistad.

Que los futbolistas también son personas y lloran, se enamoran, se equivocan y aman con todo su ser.

Que la vida está para vivirla y que nada es imposible.

Imposible. {Gareth Bale}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora