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—Park tienes visitas.
—No espero a nadie, así que pierdes el tiempo.
El guardia real lo observa con desprecio e impaciencia, han pasado cinco meses desde que el infeliz fue atrapado y no hay día en que no maldiga ser su custodio.
—Creo que tu inútil cerebro no te deja entender la situación, presos como tú, no son merecedores de recibir visitas.
—¿Entonces, me puedes explicar que mierda quieres?
—No juegues con mi paciencia Park, o ¿Quieres que te recuerde lo divertido que fue tu último castigo?
—Divertido —Repite con sarcasmo el joven de piel tan pálida como la nieve. —Sería divertido, que intentes meterte conmigo, sin tu supresor de mis poderes.
—¡Ja! —El guardia real exclama rodando los ojos— .Eso nunca sucederá, ya me hiciste perder mucho tiempo, esta visita es una excepción.
—¿Excepción?
—El Rey Hyungwon necesita hablar contigo, intenta hacer algo extraño y me darás la excusa perfecta, para terminar con tu miserable vida.
"¿Qué demonios?"
La celda de máxima seguridad se abre y un cuarteto de guardias reales capa dorada, se coloca a sus costados.
—¿Eres tú? ¿El autoproclamado "Mejor Ladrón de Dreamland"? Pero mírate, no eres más que un niño.
El Rey Hyungwon lo observa con cierta curiosidad, pues mucho ha escuchado del temido y bien respetado en el bajo mundo Park Sunghoon.
Su sorpresa es grande al tenerlo frente a frente, pues no esperaba encontrarse con un joven que seguramente no pasa de los veinte años.
—No entiendo... Si tiene un problema con mi aspecto ¿A qué se debe su honorable e inesperada visita?
—Guarda las ironías y tus niñadas para otro momento muchacho, vengo a proponerte un trato.
—¿Un trato?
—Necesito de tus servicios.
—Me temo que pierde el tiempo su alteza real, no soy sirviente de nadie.
—Pues lo serás... Si aceptas este trato, tendrás una recompensa difícil de rechazar.
—Ahorrémonos el tiempo, ¿De qué trata esa recompensa?
—Un motín digno de una calaña como tú, por supuesto.
—Lo escucho.
—El triple de lo que robaste por ganar esta condena, suficiente riqueza para que no vuelvas a robar en tu miserable vida.
