Accidentes

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Después de todo lo que habíamos estado pasando llegamos a una granja, todo por el disparo que recibió Carl. Desde que nos instalamos ahí yo iba cada día a verlo, este día fui muy temprano y lo encontré dormido. Me apoyé contra el marco de la puerta y lo miré con una sonrisa algo triste, me molestaba el hecho de que todavía no encontraba a Sophia.

—¿En qué piensas? —dijo Rick que llegó, al parecer, a lo mismo que yo.

—En Sophia. —dije yo.

—La querías mucho ¿No? —preguntó apoyándose contra la pared justo frente a mí.

—Tanto como lo quiero a él. —dije con media sonrisa mientras apuntaba a Carl.

—Gracias por estar para él todo este tiempo, —dijo él.
—es bueno saber que tiene más gente que lo quiere.

—Todos en el campamento lo queremos mucho, —dije con una sonrisa.
—es un niño muy bien portado y siempre es amable con todos. Perdí la cuenta de las veces que me dijo que quería ser como yo al crecer. No diré que es como un hijo para mí, pero puedo decir que es como otro hermano menor.

Rick me sonrió.

—Antes me dijo que si hubiera tenido una hermana le encantaría que fuera igual a ti. —dijo Rick.

—¿En serio? —sonreí instantáneamente.
—es adorable.

—Creo que podemos decir que ya eres parte de la familia. —dijo Rick, yo reí un poco.

—Yo creo que ya todos somos una familia aquí. —él me miró tratando de entender.
—Es decir, nos mantenemos juntos a pesar de todo, nos cuidamos entre nosotros y haríamos lo que fuera por el otro ¿No es eso ser una familia?

—Si, lo es, —dijo él con una sonrisa.
—te prometo que encontraremos a Sophia.

Lo miré con una sonrisa algo triste y no pude evitar bajar un poco la mirada

—Espero que lo hagamos. —dije yo.
—Los dejo solos, tengo que ir a ver a Erica.

—Claro, si necesitas algo no dudes en pedírmelo. —dijo él.

—Si, nos vemos Rick. —saludé con la mano y fui hasta la habitación donde tenían a Eri.
—A ver ¿Dónde está la niña más linda?

En ese momento me asusté ya que no estaba en su cuna, miré alrededor algo asustada hasta que los ví y sonreí inmediatamente. Daryl estaba completamente dormido en el sofá con ella también dormida en brazos, era adorable y realmente parecían padre e hija.

Me acerqué y la tomé en brazos con cuidado, a pesar de que se veían adorables era peligroso si Daryl seguía durmiendo y ella se caía. En el momento en que se la quité abrió los ojos sorprendido, cuando me vió simplemente volvió a su expresión normal.

—Buen día. —dije divertida.

—¿Me quedé dormido? —se preguntó.

—Parece que sí. —dije poniendo a la niña en su cuna.
—¿Viniste anoche a verla? —pregunté.

—Si, solo estaba pasando pero empezó a llorar y solo se calmaba si la tenía en brazos, —explicó levantándose.
—en cuanto la dejaba en la cuna volvía a llorar.

—Parece que no quería estar sola. —dije yo.
—¿Estás bien? Debe haber sido incómodo dormir así.

—He dormido en peores lugares, —dijo él.
—en realidad el sofá es cómodo.

—Si tú lo dices. —reí un poco.
—¿Me acompañas? Hay que darle su puré de manzana.

—Claro, vamos. —dijo siguiéndome.

Antes que nada le pedí permiso a Maggie que estaba ahí para usar sus cosas, ella dijo que podía usar lo que quisiera así que agarré la primera cuchilla que encontré y empecé a cortar la manzana.

—Ten cuidado, parece filosa. —dijo Daryl que estaba supervisando a mi lado.

—Oh vamos, no soy tan tonta como para cortarme. —dije riendo.

En ese momento escuchamos los llantos desesperados de Erica, miré en su dirección y antes de poder volver mi vista a la manzana sentí un ardor bastante fuerte.

—Au. —me quejé viendo la herida que me había dejado la cuchilla.

—Te lo dije, —me dijo Daryl con tono de regaño.
—tienes que tener más cuidado.

—No es para tanto, —dije poniendo mi dedo bajo el agua del grifo.
—llama a Maggie y ve a ver a Erica.

Él se apuró para hacerlo y Maggie apareció enseguida.

—¿Estás bien? —preguntó.

—Si ¿Tienes una curita o algo? —pregunté.

—Claro, —corrió hacia algún lugar y volvió con una.
—ten, aquí está.

—Gracias. —hice lo que pude para secarme la mano alrededor de la herida y acomodé la curita en mi dedo.
—Listo.

—¿Quieres que siga con eso? —preguntó apuntando la manzana.

—No es necesario, pero muchas gracias Magg. —dije con una sonrisa.

—No es nada. —dijo con una sonrisa.

En ese momento ví a Daryl bajar con Erica en brazos.

—No se calmaba, así que la traje. —explicó.

—Pareces gustarle mucho, —le dijo Maggie.
—siempre quiere estar contigo.

—Es verdad. —dije volviendo a mi trabajo.
—No pasará mucho hasta que comience a decirte papá.

Daryl chasqueo la lengua pero tenía una mirada dulce hacia Erica.
Maggie sonrió y empezó a caminar.

—Los dejo, tengo algunas cosas que hacer, pero llámenme si necesitan algo.

—Gracias. —dije yo.

No mucho después ya estábamos dándole de comer a Erica. Yo me estaba encargando y ví a Daryl mirarla con una pequeña sonrisa mientras comía.

—¿Quieres intentarlo? —le dije ofreciéndole la cuchara.

Él asintió y le dió una cucharada, más de la mitad del puré se cayó y yo reí.

—Más despacio. —dije divertida.

—¿Cómo? —dijo él. Parecía algo agobiado así que sostuve su mano y lo ayudé.

—Así. —le dije cuando lo logró.

El sonrió y no podía verse más tierno.

Incluso en ese momento ya se sentía como si fuéramos la familia perfecta.

Amor real (Nina Rhee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora