Star Wars Fanfic - Programado para Obedecer

Cap. 1 - Ariete

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Año 19 BBY. En pleno desarrollo del conflicto armado entre la República Galáctica y la Confederación de Sistemas Independientes, Mygeeto, planeta perteneciente al sistema estelar de mismo nombre, se encontraba bajo las brasas de una sangrienta batalla. Por tercera vez, la armada de la República intentaba hacerse con el control del planeta bajo la jurisdicción Separatista, pero las fuerzas droides estaban muy lejos de la derrota.

Las fuerzas droides, dirigidas por el Coronel Coburn Sear, defendían con fuerza el control de la ciudad principal del planeta en una helada noche tras una prolongada batalla. Al mando de las fuerzas clones se encontraba Ki-Adi-Mundi, miembro del Alto Consejo Jedi, y uno de los Jedi más sabios de la galaxia.

Ambos bandos sufrieron gran cantidad de bajas, lo que puso en peligro la estabilidad del conflicto. Como consecuencia, la República envió a la General Jedi Depa Billaba y a su padawan, Caleb Dume, junto a un batallón para reforzar sus fuerzas.

Por otro lado, el General Separatista Grievous, envió un regimiento para reforzar las defensas de la ciudad. Miles de droides se desplegaron en cuestión de horas en cada rincón de la ciudad, y junto a ellos, Grievous envió una de sus armas más poderosas: el nuevo superdroide táctico de batalla, modelo 2, con sistema de procesamiento más avanzado y un núcleo experimental de procesamiento de datos. Su nombre clave: "Ícaro."

Ícaro era único en su tipo. Sus nuevas modificaciones le ponían en ventaja ante sus viejos modelos 1. Ícaro era capaz no sólo de procesar datos y funcionar como general de los vastos ejércitos de droides. Su nuevo núcleo permitía identificar y procesar emociones que sólo los seres orgánicos eran capaces de experimentar. Con tal propósito, sus creadores concibieron a un droide que pudiese no sólo ser una pieza clave, sino algo capaz de manipular a su antojo las emociones de sus enemigos. Sin lugar a duda, una pieza clave en cualquier escenario de la guerra.

Ícaro: - Coronel Corburn Sear, las tropas que solicitó terminaron de desplegarse y están listas para entrar en combate. - Le decía a su superior, ubicados en el puesto de mando dentro de la ciudad capital.

Coburn: - Un placer oírlo. Qué tomen posiciones. Los clones no tardarán en volver a atacar. -

Ícaro: - ¿Cuál es la situación? -

Coburn: - Este fue el tercer ataque. Las fuerzas de la República se retiraron momentáneamente, pero sabemos que recibieron refuerzos. Sólo es cuestión de tiempo para que vuelvan a atacar. -

Ícaro: - ¿Cuál es el plan? -

Coburn: - Atacaremos de frente. Debemos llegar al otro lado del puente si queremos retomar el sector este de la ciudad. -

Ícaro: - Negativo. -

Coburn: - ¿Qué quiere decir? -

Ícaro: - En este punto, retomar el sector este sería imposible. Nos estarán esperando, y seremos un blanco fácil sobre el puente. Nosotros estamos a la defensiva. Lancemos una pequeña avanzada. Si mis cálculos son correctos, destruir a unos cien droides será suficiente para motivar a los clones a avanzar. -

Coburn: - Así que es cierto. -

Ícaro: - ¿Coronel? -

Coburn: - Los informes dijeron que eras capaz de jugar con la mente de tus enemigos. Eso es... escalofriante. -

Ícaro: - Tomaré eso como un halago. -

Y tal como Ícaro predijo, la avanzada droide fue destruida en cuestión de minutos, lo que impulsó al ejército clon a avanzar por el puente principal que conectaba la ciudad, haciéndolos caer en la trampa.

Cuando las fuerzas clones estaban a la mitad del puente, el ejército droide se mostró del otro lado de la ciudad. Al avanzar en columnas, los clones se convirtieron en blancos fáciles para los droides postrados al otro lado.

Las bajas del ejército de clones fueron demasiado elevadas. Cientos de clones cayeron con la primera ronda de disparos, y muchos otros cayeron después. Sin más opciones, la avanzada de la República tuvo que retroceder hasta el otro extremo del puente.

Coburn: - Bueno. Parece que su estrategia funcionó a la perfección. -

Ícaro: - ¿Acaso tenía dudas? -

Coburn: - Si antes las tenía... creo que ya no más. -

Ícaro: - Deberíamos aprovechar la oportunidad. En este momento las filas enemigas debe ser un caos, y puede que la cadena de mando se haya interrumpido. Si quiere tomar el otro lado de la ciudad... este es el momento. -

El coronel Coburn siguió la palabra de Ícaro y ordenó a las tropas avanzar. La armada de droides avanzó por el puente mientras intercambiaban disparos con los hombres restantes de la avanzada clon, pero ninguno de ellos suponía una verdadera amenaza.

La fuerza principal estaba compuesta por droides B1 y B2, pero a sus espaldas, dos enormes tridroides reforzaban sus posiciones. Los tridroides suponían una poderosa amenaza para la República. Ni siquiera los caminantes pesados AT-TE eran capaces de soportar sus poderosos cañones, y uno por uno, caían cómo moscas.

Los droides lograron repeler a las fuerzas clones hasta la mitad del largo puente. Parecía una batalla ganada, pero un reporte cambió las tornas de la batalla.

Droide de comunicaciones: - Señor. Nos informan que un Jedi se posicionó al frente de las formaciones enemigas. -

Coburn: - Parece que el viejo Ki-Adi-Mundi tomó cartas en el asunto. -

Ícaro: - ¿Qué me puede decir de este Jedi? -

Coburn: - No mucho la verdad. Pero desde que se presenta en el campo de batalla nuestras tropas se ven superadas ante su liderazgo. Es un líder nato, y sabe usar bien a sus efectivos. -

Ícaro: - Interesante. Veamos a este Ki-Adi-Mundi en acción. Y tratemos de encontrar una debilidad en sus estrategias. -

Pero ni Coburn ni Ícaro estaban listos para presenciar lo que sucedería a continuación.