3. Alguien más.

1K 71 28
                                    

-Karl, ¿por qué te molesta tanto que Sapnap esté viendo a alguien? si no nos cuenta nada debe ser porque todavía no está seguro.

-No entiendes Dream, somos sus mejores amigos, debería decirnos algo, por lo menos un "hey, conocí a alguien, somos amigos pero creo que tengo interés"

-Yo te dije que algún amarre. tenías que endulzarlo con algo.

-Ya pero dicen que los amarres te traen karma y que es algo mutuo, si él se obsesiona conmigo entonces yo me voy a obsesionar con él.

-Ya estas obsesionado, idiota. Callate que ahí viene.

Sapnap llegó a la cafetería después de finalizar su clase y se sentó con sus dos mejores amigos.

-¿De qué hablaron mientras me fui?

-De que Karl este año no se cojió a nadie el maldito fracasado, lo voy a llevar a alguna fiesta para que empiece a cazar.

Sapnap y Karl se miraron, por supuesto que Dream no sabía que ellos mantenían relaciones varias veces a la semana.

-Bueno Dream, igual tú tampoco puedes andar diciendo nada de Karl porque tampoco es como si fueras un sexeador profesional.

-¿Sexeador? ahora te inventas palabras. Ninguno de los tres coje, así que nadie diga nada.

-Yo sí.

-Sapnap tú solamente cojes desgracias.

-También cojo personas.

Karl pateó a Sapnap por debajo de la mesa y le lanzó una mirada asesina que le decía "Dice algo y te quedas sin pene"

-¿A quién te cojes exactamente?

-A alguien, ustedes no lo conocen. Karl se quedó viéndolo.

-¿Ah sí? ¿y por qué no lo conocemos? pensé que en nuestro pacto de amistad nos íbamos a contar todo.

-Hay cosas que simplemente no les puedes contar incluso a tus mejores amigos, Karl.

Ninguno de los tres dijo nada. El enojo que Karl sentía en ese momento era inmenso, ¿Sapnap admitía que veía a alguien más? no quería ni siquiera mirarlo, intentaba disimular frente a Dream pero tenía un rostro muy expresivo.

-Mañana tengo un examen importante y no voy a perder mi tiempo con ustedes dos bola de mugrientos.

Karl se levantó, tomó su mochila y se fue hacia la biblioteca.

-¿Aún estudiando? creo que deberías irte a casa a descansar, te llevo si quieres.

Sapnap apareció y se sentó a su lado.

-Yo puedo irme solo.

-¿Puedo saber qué te sucede? ¿por qué te fuiste así?

-No me molestes, estoy estudiando.

-Mm...sabes que no me gusta que me hables de esa forma.

-Ajá.

No tenía caso, cada vez que Karl se enojaba podía ser un infierno para cualquier persona que estuviera cerca, usualmente al rato se calmaba y todo regresaba a la normalidad, pero ya habían pasado horas y seguía igual. Sapnap  no quería que su mejor amigo se sobrecargue de horas de estudio, así que sin siquiera consultar, agarró los libros esparcidos por la mesa y fue a guardarlos a sus respectivos estantes.

-Karl guarda tus cosas, te voy a llevar a tu casa.

-No.

Lidiar con él era estresante, ambos se querían muchísimo, pero como toda amistad tenían sus inconvenientes.

-Karl, te lo estoy pidiendo de buena manera, si estás enojado no tienes por qué tratarme mal. Agarra tus cosas y nos vamos, no quiero tener que llevarte a la fuerza.

Karl sin insistir mucho, guardó sus cosas y agarró su mochila para abandonar la biblioteca no sin antes patear a una pobre silla que nada le había hecho.

-Oye, relájate un poco ¿no?

No contestó.

-Karl no me ignores.

Siguió sin contestar. No había nada más que a Sapnap le molestara tanto como ser ignorado, lo alcanzó y se paró frente a él obligándolo a detenerse.

-Hey, bebé.

Su mano se posó sobre su mentón, haciéndolo mirarlo. que levantara su vista para

-No me digas bebé.

-Ah, ya entiendo qué es lo que te sucede. Mm, vamos a mi casa y podemos mirar una película, te hago tu comida favorita para cenar y después nos vamos a dormir, ¿quieres?

Karl no podía resistirse a ese tono dulce con el que le hablaba.

-Está bien.

sweat - karlnapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora