sweat - karlnap

7. Despedida.

Karl, levántate, nos tenemos que ir porque el necesitado de Dream invitó a George y no quiere que nos quedemos, dice que si escuchamos algo no se hará responsable.

-Mmm...

Karl gruñó, no quería tener que levantarse del sillón.

-Anda, en mi casa sigues durmiendo.

-¿Tú casa?

-Sí, ¿no quieres? sino te llevo de regreso a tu casa.

-Vamos a tu casa, todavía hay cosas de las que quiero hablar.

-Entiendo, bueno vamos.

Karl sentía que no estaba en la posición para decirle a Sapnap lo que pensaba, ellos no eran nada más que mejores amigos y hacerle un reclamo sería la cosa más egoísta del mundo, además, si abría la boca, existía la posibilidad de que él se diera cuenta de que le gusta. No quería arruinar la amistad tan bonita que tenían, incluso si no podía tenerlo físicamente, le bastaba con seguir manteniendo un lazo del cual no estaría conforme.

Viajaron hasta casa de Sapnap y al llegar se echaron al sofá para tener una charla.

-Dime lo que querías decir Karl.

-¿Tú estás enamorado?

-La verdad es que no lo creo.

-¿Por qué estás con alguien entonces?

-¿Estar enamorado es un requerimiento para estar con una persona?

-¿Sí? al menos yo pienso eso, si fuera tu novio no me gustaría saber que no estás enamorado de mi, me haría sentir muy mal y quisiera romper.

Karl le estaba aplicando una jugada psicológica.

-Entiendo pero, me gusta estar con esa persona, contarle mis cosas, mis secretos, dedicarle mi tiempo libre, sabes. Tal vez el enamoramiento venga después.

No, no no, no quería que Sapnap se enamorara de otra persona que no fuera él.

-¿Qué haces con él usualmente?

-A veces vamos al cine, a cenar o a pasear por el parque, cosas comunes de pareja.

-Nosotros también hacíamos eso.

Karl recalcó el "hacíamos" porque Sapnap ya no le prestaba atención.

-Bueno, es que nosotros no somos pareja.

-¿Y eso qué?

-Pensé que esas cosas las hacían las parejas nada más.

-Sapnap hace rato me decías que los amigos se besan, ¿qué carajos te pasa?

-Cálmate, no quiero pelear.

-Ya.

A este punto Sapnap ya no sabía que quería.

-Te iba a decir, mañana me voy de viaje con él por unos días, pero te prometo que hablaré contigo cada día y me aseguraré de saludarte en las mañanas.

-Ok.

Karl se sentía como el otro. Y lo era.

-No seas cortante, realmente no entiendo lo que te está sucediendo, pero si hay algo de lo que quieras hablar me lo puedes decir Karl.

-Creo que ya no soy bueno hablando.

Sapnap podía notar la decepción en su rostro, decidió que no insistiría, no después de que él también le había estado ocultando cosas.

-¿Me vas a acompañar hasta el aeropuerto mañana?

-¿Va a estar él?

-Sí.

-Entonces no, no me apetece conocerlo.

Karl no podía ser tan poco disimulado, cualquiera se daba cuenta de que estaba enamorado de Sapnap, menos Sapnap. Los dos eran unos idiotas, tal para cual.

-Karl, ¿te acuerdas de nuestra primera vez?