Wei Ying nunca ha tenido un hogar. No una así, de todos modos. El hogar siempre ha sido algo transitorio y fugaz, que consiste principalmente en estar secuestrado en algún lugar oscuro y solitario. Tenía padres, de eso está seguro. Recuerda la forma de zorro de su madre y también su forma humana, pero nunca pudo distinguir su rostro en sus recuerdos. Recuerda que lo llevaban, primero en la boca y luego en una canasta, mientras sus padres los trasladaban de un lugar a otro, siempre corriendo, siempre moviéndose. Recuerda haber sido bajado al hueco de un árbol, una voz que le decía que era amado y que volverían pronto, cuando fuera seguro.Recuerda haber esperado, bien despierto hasta que amaneció y se reflejo el sol que se filtraba en su escondite, aterrorizado de ser descubierto. Esperó hasta que cayó la noche una y otra y otra vez, las estrellas guiñándole, burlándose de él desde el cielo. Esperó a través de la tormenta que golpeó, un rayo partió su árbol casi por la mitad y lo obligó a correr hacia un escondite más cercano, un tronco caído con el espacio suficiente para que él metiera su pequeño cuerpo adentro y metiese sus dos colas alrededor de él. Y luego esperó allí también, su anterior escondite siempre a la vista en caso de que sus padres volvieran a buscarlo.
Pasaron los días y Wei Ying, deshidratado y hambriento, finalmente se aventuró a salir de su tronco al amparo de la noche en busca de sustento. Se llenó el dolorido y distendido estómago con bayas de tejo y rápidamente las vomitó todas. Caminó más y encontró un arroyo, donde se lavó el hocico y, al no haber aprendido la lección anterior, bebió tanta agua como su cuerpo le permitía, y luego vomitó la mayor parte también. Vagó aún más allá y encontró un arbusto de moras, y la boca de Wei Ying se hizo agua por el olor.
Las moras estaban al otro lado de una cerca baja de madera, pero Wei Ying, con poco peso y desnutrido, se coló fácilmente y se acercó al arbusto, gruñendo con el estómago vacío.
Excepto que no era su estómago el que gruñía, era un perro, que se abalanzaba sobre Wei Ying mientras temblaba bajo su sombra. La saliva voló de su boca cuando el enorme animal se abalanzó sobre él, y Wei Ying logró esquivar sus trompa abierta y correr hacia la valla, el perro mordiendo sus talones mientras se retorcía hacia el otro lado.
"Bueno, ahora, ¿qué tenemos aquí?"
Una mano grande y callosa tomó a Wei Ying por la nuca y tiró de sus colas. "Apuesto a que lo venderías por un centavo, ¿no?"
Wei Ying se encogió en su agarre, sus ojos aterrorizados iban del hombre al perro y viceversa. Ya no había ningún lugar para que él corriera.
Después de eso, Wei Ying cambió de manos varias veces, de comerciantes que buscaban venderlo a un precio cada vez más alto, a burdeles, que conocían a Huli Jing y pensaron que podía obtener ganancias, a hombres desesperados que buscaban un amuleto de buena suerte y una cama caliente, y finalmente, a un hombre vestido con una túnica amarilla que lo llevó a la torre más alta que Wei Ying jamás había visto. Se lo presentó a un Hombre Muy Importante, quien simplemente lo olió y lo arrojó en una caja, y Wei Ying pensó que nunca volvería a ver el sol ( Solo hubo maltrato, nada de violacion. Aqui Wei Ying aún no puede transformarse en humano).
Ocasionalmente, lo visitaban hombres con túnicas amarillas, flores en el pecho y, dependiendo de su estado de ánimo, lo alimentaban, lo golpeaban o ambas cosas y, si tenía mucha, mucha suerte, podría haber agua también. Los otros niños no fueron tratados de manera diferente, y aunque algunos de ellos intentaron proteger a Wei Ying de los hombres vestidos de amarillo, a menudo resultó en un castigo peor para todos.
Y luego estaba el chico con túnicas como el cielo de verano, el que les prometió la libertad, que envió a los niños humanos a un orfanato pero no se atrevió a perder de vista a Wei Ying. No miró a Wei Ying como los otros hombres, con codicia, lujuria y fríos. Miró a Wei Ying con amabilidad .
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Soñar Con Ser Humano - WangXian (Foxxian)
Fanfiction"No se permiten mascotas en Cloud Recesses". Lan Wangji mira fijamente al animal en los brazos de su hermano mayor. Tiene entendido que fueron a rescatar a un grupo de niños, no a cazar... lo que sea que sea esta criatura. Lan Xichen se ríe, acarici...