Este libro nació con la curiosidad que tengo, después de haber visto el festival de Viña del Mar de este año.
Así que porque no escribir este libro sobre las distintas festividades que hay en el mundo.
Lugar: Marruecos El Festival Internacional de Música de Merzouga es todo esto, y mucho más.
A las puertas del desierto del Sáhara, entre las majestuosas dunas de Erg Chebbi, entre las más altas de Marruecos, este festival internacional invita a pasar unos días inmerso en música y danzas. Y todo ello con la ventaja de celebrarse en un entorno mágico de tradición nómada milenaria, que pone de manifiesto la riqueza natural de la región.
El festival, nacido en 2012, reúne cada primavera a músicos y visitantes de todo el mundo, conformando un encuentro que habla de interculturalidad e intercambio de experiencias. Un escenario lleno de intimidad, vivo y colorista, donde se escuchan las melodías más sugerentes y los ritmos que hacen vibrar a personas llegadas de todos los puntos del planeta.
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Viajes a Marruecos con Siente Marruecos Circuitos Escapadas Excursiones Ofertas Opiniones Blog Reservar Magazine Festival internacional de Merzouga. Festival de música internacional de Merzouga Festival Internacional de Merzouga: música entre las dunas Si disfrutar de la buena música constituye un auténtico deleite, hacerlo en un marco natural incomparable y en un festival con valores añadidos, se convierte en una experiencia inolvidable. El Festival Internacional de Música de Merzouga es todo esto, y mucho más.
A las puertas del desierto del Sáhara, entre las majestuosas dunas de Erg Chebbi, entre las más altas de Marruecos, este festival internacional invita a pasar unos días inmerso en música y danzas. Y todo ello con la ventaja de celebrarse en un entorno mágico de tradición nómada milenaria, que pone de manifiesto la riqueza natural de la región.
El festival, nacido en 2012, reúne cada primavera a músicos y visitantes de todo el mundo, conformando un encuentro que habla de interculturalidad e intercambio de experiencias. Un escenario lleno de intimidad, vivo y colorista, donde se escuchan las melodías más sugerentes y los ritmos que hacen vibrar a personas llegadas de todos los puntos del planeta.
El Festival de música internacional de Merzouga es, por encima de todo, un espacio de convivencia Tolerancia y medio ambiente En este ambiente mágico e hipnótico, al que solo pudo poner entre paréntesis la pandemia, se presentan los nuevos talentos marroquíes, que comparten escenario con artistas marroquíes e internacionales ya consolidados. Y aunque la música es el nexo común que lo envuelve todo, el Festival Internacional de Merzouga es también un foco de atención internacional para hablar de paz y tolerancia, y poner el acento en la preservación de la naturaleza.
Es por ello que, además de las actividades musicales, el Festival engloba toda una serie de actividades deportivas y de concienciación medioambiental, talleres de artesanía y encuentros interculturales, que contribuyen a revitalizar a nivel cultural, social y económico esta región marroquí.
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Quienes van buscando buena música la encuentran a la sombra de las dunas, sintiendo la arena bajo sus pies y con la sonrisa de la población local como telón de fondo. No hay mejor ambiente para promover el intercambio artístico y la fusión de estilos. Durante estos días, la ilusión de los jóvenes, futuras promesas del panorama musical marroquí, se funden con el aplomo de los artistas consagrados.
Pero, además, esta fusión entre ritmos marroquíes, africanos y mediterráneos solo parece posible en el equilibrio perfecto que existe entre la música y la naturaleza. Una ventana abierta a las inquietudes de quienes llegan hasta aquí en busca de un festival diferente, donde se siente el calor que desprenden las dunas durante el día y te ciegan las miles de estrellas del desierto por las noches.
Para los lugareños es una oportunidad de interacción con los recién llegados, y para los visitantes supone el privilegio de empaparse de otros ritmos. Culturas que se funden y más de 30 nacionalidades que avanzan al unísono de los ritmos de instrumentos musicales cuyos nombres suenan tan exóticos como el sonido que desprenden.
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En medio de las dunas, a modo de precioso decorado, jóvenes bereberes hablan entusiasmados de la cultura amazigh, mientras que un grupo de músicos locales afina sus instrumentos, en la tensa espera de quien es consciente de que tiene delante la oportunidad de darse a conocer internacionalmente. Artistas europeos bajan del escenario satisfechos de la actuación y un grupo de extranjeros debate sobre las actividades que van a hacer en las próximas horas.
El Festival Internacional de Música de Mezouga es un enriquecimiento continuo, un espacio de convivencia, un encuentro en el que puedes practicar deporte, ayudar a cuidar el entorno o contemplar un espectáculo de danza en un ambiente multicultural. No es difícil empaparse del propósito de disfrutar de la buena música y después dejarte llevar por las actividades que propone la organización, ya que el encuentro es mucho más que ritmos y melodías.
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El amanecer en Merzouga es, para muchos, uno de los más bellos que se puede vivir en el desierto. Tras las jornadas de seminarios, talleres, actividades medioambientales y las actuaciones de artistas noveles y consagrados, llegados de todas las partes del planeta, es hora de volver a casa.
La población local se muestra orgullosa de enseñar al mundo las dunas de Erg Chebbi y en la retina de los visitantes quedará para siempre un paisaje único, que acompañó como un escenario de ensueño la fusión de ritmos internacionales y el mestizaje de melodías procedentes de multitud de rincones del planeta.
Es el poder de la música como hilo conector, que hace bombear el corazón al ritmo de los compases, en perfecta comunión con otras personas que creen en una humanidad sin más fronteras que las que dicta un sentimiento de hermandad común.
