Este libro nació con la curiosidad que tengo, después de haber visto el festival de Viña del Mar de este año.
Así que porque no escribir este libro sobre las distintas festividades que hay en el mundo.
El festival Teej se celebra el tercer día de luna llena en el mes Shraavana (julio/agosto) y conmemora la unión de la diosa Parvati con el dios Shiva. Esta festividad está dedicada a las mujeres, y se celebra la felicidad conyugal, así como la purificación del cuerpo y alma, solicitando la bendición de sus maridos y familias.
En Nepal, el Teej se celebra durante tres días. El primer día lleva el nombre de “Dar Khane Din”, que significa día festivo. En este día, las mujeres se visten con saari rojo y se reúnen para cantar y bailar alegremente. En la víspera suele prepararse un festín con platos especiales. El segundo día se realiza un ayuno, las mujeres vuelven a vestir el saari, y es habitual visitar los templos para honrar a Shiva y a Parvati. Uno de los templos más visitados es el de Pashupatinath, en Katmandú. Al final del día, se mantiene una lámpara encendida toda la noche para traer paz y prosperidad al cónyuge y a la familia. Finalmente, el último día del Teej, también conocido como “Rishi Panchami”, las mujeres ofrecen sus oraciones a los “Saptarishis” (siete sabios) y se bañan en el río con arcilla roja que se cree que elimina todos los pecados.
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Esta festividad también se celebró en las escuelas de Hetauda y Katmandú. El día antes de que las escuelas cerraran por el período vacacional del Teej se organizó un acto donde los alumnos realizaron recitales de poesía y cantaron y bailaron canciones tradicionales. Todos los niños comieron arroz y verduras especiales y bailaron juntos para celebrar esta festividad. Una vez terminó el acto con los alumnos, tuvo lugar la celebración de las maestras. Este día es de especial importancia para las trabajadoras de las escuelas Asha ya que todas ellas son mujeres. Por eso se creó este espacio dedicado únicamente a las maestras y trabajadoras para que pudieran disfrutar de esta festividad. Todas las maestras se vistieron con saaris de distintos colores, comieron juntas y bailaron distintas canciones típicas del festival del Teej. Este tipo de actos nos ayudan a crear un equipo más cohesionado y motivado para seguir trabajando y ofreciendo calidad educativa a los niños y niñas con discapacidad intelectual.
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