—¡Samael!— el mencionado volteó al oír aquella voz; un hermoso hombre joven de cabellera plateada y brillantes ojos azules, de encantadoras alas angelicales aterrizó a unos cuantos pasos de su hermano mayor.
El diablo sabía que ese ángel vendría a por él, lo que no sabía exactamente es cuándo lo haría porque imaginó que sería rápido el que él se percatara de su ida del infierno, pero tardó demasiado —Lo que haces es inaceptable.—Serán solo unos días.— contestó intentando convencer al menor.
Gabriel cruzó sus brazos mientras dejaba salir un suspiro agotador —No pienso irme por tanto tiempo como tú o como papá lo creen.—Tu lugar es en el infierno.— contra contestó a lo que su hermano mayor dijo.
—¡Lo sé!— oír tantas veces lo mismo lo hacía enfurecer verdaderamente —Maldita sea, tienes que dejar de repetir las mismas cosas que ese idiota de Miguel dice.
—¿Te encontraste con Miguel?
—No y espero que nunca suceda un encuentro con ese imbecil.— respondió —¿Acaso fue él el que te envío a buscarme?
—Fue papá.— la respuesta dada lo habían dejado un poco sorprendido. Sí, imaginó que su ida del infierno desataría mucha polémica en el reino de los cielos y que llegaría a oídos de su santo padre, pero nunca llegó a imaginar que el mismo Dios enviaría al más jovencito de sus hijitos aladas a buscarlo —Esta preocupado, ¿Sabes?— oír eso le causó unas risas desenfrenadas —No deberías de estar aquí buscando...diversión. Deberías de estar en el infierno cumpliendo tu castigo.
—¡No-...!— controló su tono de voz alto con prisa —No empieces con tu sermón de lo que es correcto o incorrecto. Caín ya me...habló, me gritó y hasta me golpeó para que entendiera que quedarme con él en infierno a gobernar juntos es lo correcto-...
—¿Gobernar con Caín?— mostró una expresión de asco —¿Desde cuándo tú y Caín...?
—Es solo una relación por conveniencia, ya sabes, somos amantes sin tener lazos matrimoniales, ¿Entiendes?
—No y no tengo porque entender todo lo que dices.— caminó unos cuantos pasos más hasta él y estar cerca suyo —Solo tengo una misión y es el devolverte al agujero de donde saliste.
—Sabes que tú solo no podrá conmigo.— el tono tan egocéntrico de su hermano mayor era tan molesto para él —Tendré mis alas estropeadas, en muy malas condiciones, pero sin ellas hasta podría hacerte comer...tierra.
—Soy consiente. Es por eso que vine a solo convencerte, no traje ninguna arma.— Samael señaló detrás de él con ironía —No utilizaré mis alas contra ti. Quedarán donde están.
—¡Exacto!— su grito fue repentino para Gabriel —Si te retiras de aquí entonces esas lindas y tiernas alas se quedarán donde están, pero si te atreves a venir contra mí eh interponerte en mis tan deseosas vacaciones te las arrancaré de la misma forma en la que intentaron arrancarmelas a mí.
—El diablo nunca puede tener vacaciones.
—¡Eso es cruel!— su sola conducta era molesta —Tengo sentimientos, ¿Sabes?
—¿Tú?, ¿El ángel que se reveló en contra de toda su familia y se atrevió a poner a más hermanos en contra nuestra?— preguntó sarcásticamente.
—¡Solo fui racional!— defendió sus actos —¿No estás agotado de hincarte todo el tiempo a los pies de ese anciano molesto?— Gabriel volvió a suspirar con algo de enfado al oír aquel insulto a Dios —Todo el tiempo oyendo y cumpliendo sus caprichos, ¿Para qué?, ¿Para solo obtener un "buen trabajo, hijo mío" de parte suya?
—Bueno, a ti te daba más que eso.— lo dicho le pareció tan molesto a Samael —Y no tenías que estar cumpliendo ni un solo mandato suyo para obtener una sonrisa de orgullo o de amor por parte suya.
—¡Resentimiento!— volvió a gritar tomando desprevenido a Gabriel —Por supuesto, todos ustedes han vivido bajo el sentimiento de los celos en contra de mí.
—¿Qué dices?— fue algo que él no se habría esperado oír de parte suya porque era una estupidez.
—¡Padre me ha amado más a mí que a todos ustedes!— la risa de Gabriel fue sarcástica —Pero no estamos aquí para volver al tiempo pasado, hablemos de lo que nos convenga a todos nosotros.
—¿Convenga a todos?
—Dejame estar aquí, disfrutar de unas relajantes vacaciones. Estar fuera del infierno y de los deseos de padre.— tomó al menor de los hombros con fuerza —Y tú, tu mi lindo y adorable Gabriel, puedes ocupar el puesto más importante.
—¿Qué?
—¡Dejo al infierno en tus manos!— el silencio de parte del menor se debía a la inesperada oferta del mayor —¿Qué?, ¿Acaso no deseas ocupar un puesto idéntico al de papá por un tiempo? ¡Te estoy ofreciendo un reino, una corona...!
—Esto a padre va a molestarle.
—¡Padre no tiene porqué saberlo!— poco a poco estaba convenciendolo, el deseo era más fuerte —Ocupa mí lugar en el infierno, prueba el poder y cuando mis vacaciones terminen yo volveré a ocupar mi lugar en el infierno.
—Eres...— después de todo ese diablo lo había logrado. Lo había convencido muy bien —padre va a matarnos.
—¡Oh vamos!, ¡No va a matarnos!— ni siquiera él se sentía convencido de eso —Solo va a castigarnos...muy duramente, pero va a castigarnos, algo que es mucho mejor que la muerte.
—No tengo porque seguir tus juegos.
—¡Pero será divertido!— lo tomó esta vez de sus mejillas —¿No quieres divertirte un poco? Dejar ese puesto de simple mensajero y ser un rey.
—Te odio.— el beso que recibió en su frente lo había fastidiado, tal y como un hermano menor se fastidiaría por una muestra de afecto por parte de su hermano mayor.
—Y yo a ti te amo.
—¡Diez meses!— determinó antes de que Lucifer se retirará de allí. El ángel caído volteó a verlo y Gabriel mostró diez dedos con sus manos —Solo estarás en la tierra por diez meses. Volverás al infierno después de eso sin importar nada.
Era un tiempo aceptable para él. Samael aceptó lo determinado por Gabriel y devolvió sus pasos a su nueva aventura en la tierra.
Una brisa lo paralizó y al volver a ver atrás suyo su hermano menor había desaparecido.
Era libre.Libre de no volver nunca más a ese mundo infernal.
No confíes en los tratos que haces con el diablo.
—¿Por dónde empezaré?— se preguntó a sí mismo apreciando el hermoso paisaje que tenía delante suyo —¿Las tierras antiguas?
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𝐒𝐀𝐌𝐀𝐄𝐋 . ENNEAD✓
Fanfiction·˚ ༘: ̗̀➛ 𝐒𝐀𝐌𝐀𝐄𝐋༊*·˚ ·˚ ༘ ˗ˏˋ 𝘼𝙦𝙪𝙚𝙡 𝙦𝙪𝙚 𝙘𝙚𝙜𝙤 𝙡𝙤𝙨 𝙤𝙟𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝘿𝙞𝙤𝙨 𝙘𝙤𝙣 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙮 𝙤𝙧𝙜𝙪𝙡𝙡𝙤, 𝙚𝙡 𝙖𝙣𝙜𝙚𝙡 𝙘𝙖𝙞𝙙𝙤 𝙙𝙚 ...