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La enorme conmoción había llamado su atención y por ese motivo es que Lucifer salió a ver todo este bullicio de más cerca.
Toda la gente se había reunido en un punto en específico, la calle principal. Él se acercó hasta allí y se permitió adentrarse entre el público.
Pudo ver una caravana de hombres de tunicas blancas que caminaban en sincronía eh iban realizando cánticos junto a extrañas herramientas que eran obviamente religiosas entre sus manos. Además de estos sujetos extraños, detrás de ellos venían un grupo de soldados del reino. ¿Qué era todo esto?
──Hace tiempo que no hacía presencia ante nosotros. ──oyó decir a un sujeto. Prestó atención a lo dicho y decidió por indagar.
──¿De quién habla? ──preguntó. El hombre miró al forastero con curiosidad, pero de igual manera le respondió de forma correcta.
──Del rey de Egipto. ──contestó──. Hace años que él no se presenta ante nosotros. Será hace...creo que cinco años.
──¿Cinco años? ──mostró sorpresa por lo oído──. ¿Cómo un rey puede ausentarse tanto tiempo?
──Oye, más bajo porque pueden oírte. ──alertó el sujeto con nervios. Empezó a susurrar esta vez──. ¿Quiénes somos nosotros para reclamarse lo?, seríamos enviados a la ejecución inmediatamente.
──Ya entiendo, los está reinando un tirano. ──le parecía gracioso a Lucifer ver a todos los humanos mostrar tanto terror en sus rostros por aquel que se aproximaba en un trono cargado a mano por varios soldados.
La cantidad de hombres en su ejército era inmensa. El desfile parecía ser una demostración de su poder, con intenciones de intimidar a todas estas personas. A Lucifer le generaba tanta gracia el ver como tantos hombres veneraban a un simple sujeto y no a su todo poderoso padre.
──Al que tanto veneran ¿es él? ──preguntó. La presencia de aquel hombre siendo transportado en un trono con la fuerza de cinco hombres se fue acercando hasta donde él se hallaba. Cada vez sentía más curiosidad por esa persona, pero su impresión fue grande al notar aquella máscara puesta en su rostro. ¿Qué animal se supone que es?, ¿un chacal?, ¿un perro del desierto?...le generaba escalofríos.
──Extranjero, si quieres vivir te arrodillarás ante él. ──todos a su alrededor se inclinaron y se pusieron de rodillas ante esa persona. ¿En serio tendría que hacerlo?, ¿ser humillado una vez más ante los hombres?
──¡Alto! ──la comitiva se detuvo de manera estrepitosa. Lucifer tenía su mirada pérdida en la nada, intentando controlar la rabia hacía todos aquellos que lo rodeaban. Quizás vino a esté lugar a divertirse, a olvidar el infierno en donde fue dejado y abandonado. Todo por ellos──. No pareces ser de por aquí. ──alzó la mirada hallando se con aquella máscara delante suyo──. Al ser extranjero, quizás ni siquiera conozcas las reglas y sus castigos. Seré un dios misericordioso por primera vez y te perdonaré al no arrodillarte ante mí si te arrodillas ahora mismo.
