DOS: "Se ve azul, sabe rojo"

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ChanYeol camino por la recepción del hotel a la mañana siguiente, cargando consigo su maleta de cosas, después de darse una ducha y prepararse para salir, estaba listo, así que cuando llegó con la encargada, deslizó su tarjeta de crédito.

-La habitación 614- dijo en un tono tranquilo mientras la encargada recibía la tarjeta.

-¿La está desocupando?- preguntó la joven mujer.

-No, aún hay alguien ahí, no quiero que sea molestado hasta que despierte, así que pagaré el día completo y cargue un extra para que le lleven el desayuno.- la mujer sintió tecleando rápidamente todo en su computadora.

ChanYeol esperaba que eso fuera suficiente para BaekHyun cuando despertara, también le había dejado dinero para que regresará a su casa, si es que aún tenía una, porque después de todo lo que le había dicho la noche anterior sobre que sus padres eran terriblemente conservadores, lo dudaba. Además de que tenía el teléfono lleno de llamadas perdidas de "Residencia Byun", además de un bobo fondo de pantalla de patitos de caricatura.

-Aquí tiene señor, esperamos que haya disfrutado su estadía- se le fue devuelta su tarjeta, sonrió medio segundo antes de tomar de nuevo su maleta y salir de ahí.

-Eh, LuHan- mientras trataba de conseguir un taxi frente a él hotel, llamo a su hermano, solo para dar señales de vida como le pedía desde que había salido de casa -Regrese a Seúl, creí que querrías saberlo...-

-¿Cuándo llegaste?-

-Anoche- contestó como si fuera lo más obvio.

-¿Y dónde pasaste la noche?-

-¿En un hotel? Dios, no seas un dolor de cabeza o voy a colgar, hablo enserio, hay una razón bastante obvia para no volver a casa, lo sabes mejor que nadie por qué vives en ese infierno-

-Sí, la razón es que eres una niña delicada-

-Bien, voy a colgar-

-¡Oye no...!-

ChanYeol Park tenía cierto reconocimiento, en primera, ya había hecho mucho andando en todos lados trabajando como músico y productor independiente, hacía lo que amaba pero trabajaba bajo un alias para poder tener una vida tranquila, así solo trabajaba con quién quería y se evitaba de problemas, por otro lado, era conocido por ser hijo del publicista Park, uno de los más importantes en el país, pero no estaba interesado en nada de lo que su familia hacía, no era su problema de todos modos, esperaba que LuHan algún día dejara de ser un solterón y a él lo dejarán de molestar con todo eso de tener familia y poder heredar.

De algo estaba seguro, la línea sucesora, terminaba con él.

Desde que era más joven, había salido de casa sin la aprobación de ninguno de sus padres, en busca de un sueño que cada vez parecía más lejano por culpa de ellos, pero estaba bien, se estaba valiendo por sí mismo, pero nunca faltaba que quisieran llegar a él como el camino rápido hacia el dinero y poder de sus padres, eso podía verlo cuando su teléfono no dejaba de sonar por culpa de los malditos reporteros.

Tal vez era hora de volver a tirar su móvil a un río y conseguir uno nuevo, ya se había hecho costumbre de todos modos.

🟔🟔🟔

La linda y delgada mano de BaekHyun salió de entre las sábanas cuando olió algo en la habitación, busco sus gafas rápidamente en la mesita de noche, pero su mano primero se topó con un pedazo de papel, que se acercó a la cara y entrecerrando los ojos, pudo leer.

Hey Baek, me la pasé genial anoche, no pensé que alguien que tenía apariencia de pato pudiera ser bueno en la cama. Felicidades.
Me tuve que ir, tengo trabajo, así que desayuna y ve con cuidado a casa, ojalá nos volvamos a ver, aunque no creo, no suelo beber en restaurantes de costillas.
Atte. Park ChanYeol

Que quedé entre nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora