Prologo: El inicio de todo

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Advertencia: 

Tanto Taimanin series, Yakuza: Like a Dragon y Fate series no son de mi pertenencia pertenencen respectivamente a Lilith, Sega y Type-moon

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Fuego...

Uno de los primeros recuerdos que tengo desde que tengo memoria, un fuego purpura abrazador que con tan solo verlo puedes sentir algo retorcido en él, como si algo no estuviera bien con eso...

Todo a mi alrededor estaba rodeado de ese maldito fuego, quemando todo a su paso, solo podía ver a mi alrededor como era consumido desde los edificios, hasta las personas que intentaban o perecieron por ese incendio tan aterrador.

Solo pude quedarme parado observando el infierno... si infierno... era la mejor forma de describir este paisaje y en el cielo nocturno solo estaba la silueta de una figura de una criatura aterradora.

Un ser salido de las historias que un padre le cuenta a su hijo para darle una lección por si se porta mal.

La criatura era un ser humanoide de piel totalmente obscura, con alas gigantes como la noche, contaba con 4 brazos en el que uno de ellos parecía sostener algo para luego dejarlo caer al suelo y sus ojos del color de la sangre desprendían una alegría que no sabía la razón de eso.

Para luego dirigir su mirada hacia mí, sus ojos me miraron profundamente hasta el punto de sentir en ese momento que estaba mirando mi alma...

Mi respiración se paró, todo mi cuerpo se congeló en ese instante era como si el mismo tiempo se hubiera parado ese mismo momento, solo podía escuchar el latir de mi corazón acelerado y antes de que pudiera hacer algo...

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Abrí los ojos y me levante rápidamente de la cama, mi camiseta estaba empapada de sudor voltee para ver la cama solo para ver que también estaba empapada de sudor, me lleve mis manos a la cara

"La misma pesadilla", me dije a mi mismo mientras deslizaba mis manos hacia abajo, fijé mi mirada en el reloj digital mostrando que eran la 1 de la noche.

Me volví a acostar en la cama e intenté cerrar los ojos y volver a dormir, pero no podía, estuve así unos 10 minutos y no podía volver a conciliar el sueño-

"Genial, ya no tengo sueño"., pensé en mis adentros para luego levantarme de la cama y cambiarme para una ropa de calle, una chaqueta blanca con negro que me puse encima de la franela, unos pantalones negros rasgados y unos zapatos deportivos.

Sali por la ventana de la habitación, para que los niños no me escucharan salir del cuarto. Al lograr salir me escabullí por el techo, bajando por la tubería al suelo donde salí por la gran reja del lugar, donde colocaba "Orfanato de Amidahara" y seguí mi camino hasta llegar a mi destino.

Pare mi caminar al llegar a mi destino, varios edificios con luces de neon, que le daban luz a la noche, muchas personas mayores caminando por el lugar, mujeres jóvenes con diferentes trajes de noche llevando a diferentes personas a los establecimientos, y un gran letrero rojo con forma de arco, que me confirmaba que había llegado a mi destino.

El distrito rojo de Amidahara, Kamurocho, un pequeño distrito que estaba bajo el control de los yakuza y los demonios, este lugar antes según Oba-san era un lugar tranquilo hasta que los demonios llegaron al lugar y con ellos los yakuza.

Como un Dragón: TaimaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora