Arco I: Renuncio

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"Mako... aniki"

Fue lo que dije con impresión al ver al hombre que se encontraba aqui. Entonces una idea se me vino a la cabeza y tenía algo de sentido en este momento.

"¿Fue usted, no es así?", pregunté, fue más una afirmación que una pregunta ya que encajaba de cierta forma. Todos querian fuera a Kaneko-san y que mejor que inculpar a uno de sus hombres en un supuesto asesinato de a ese chico de tokyo.

"¿Y si fuese yo?", tranquilamente respondió mirándome, para luego dirigirse al presidente. "¿De qué hablaban, presidente?"

"N-ni idea..." respondió con miedo en su tono el hombre, no podía verlo pero sabía que estaba temblando de miedo en este momento.

"Toshio, ¿Qué estás haciendo? ¿Eh?", preguntó con molestia mi superior. Nuestras miradas estaban alineadas, era una sensación como si viera a través de mi, intente mantener la calma pero su mirada fija hacía temblar mi alma. "Te dije que te entregaras y en su lugar estas aqui... ¡Haciendo una escena!"

Este medio un golpe en el estomago que me saco el aire e hizo que cayera sobre una de mis rodillas, normalmente un golpe no me haría sentir así, pero alguien como Mako que es reconocido como el demonio Enma y su letalidad no es de extrañar.

"Joder, sabia que estaba algo oxidado", dijo mientras se masajeaba el hombro derecho. "En mis tiempos un coñazo así bastaba para matarte", aclaró para dirigir su mirada al hombre detrás de mí, mientras me levantaba y recuperaba el aliento. "Sr. Presidente ¿Podría darnos privacidad? Tengo que darle una lección a este chico"

"C-claro, t-tómese su tiempo", dijo el presidente mientras salía rápidamente de la habitación.

Al recuperarme solo estábamos nosotros dos, este sacó un caja de cigarrillos de su bolsillo y me lo ofreció.

"Toma", dijo aun mirándome, dudé unos momentos pero decidí no tomarlo, para no darle una satisfacción y la otra porque no me gusta fumar. "Como quieras, de igual forma me alegra que podamos charlar", dijo mientras caminaba al asiento del que había salido de la habitación. "Hacía tiempo que quería hablar contigo, sin gilipolleces"

Yo me quedé parado mirándolo fijamente.

"Tu y Naoko... son huérfanos ¿no? se criaron en el orfanato de Amidahara ¿No?"

Guarde silencio

"Sabes no hay vergüenza por ser huérfano, lo raro es que un yakuza salga de una familia normal, aunque bueno hoy en día los niños son más perversos cada día", dijo con su típico tono de molestia pero con una pizca de humor. "Aun así... no te parece curioso que tu un huérfano de ese orfanato haya entrado a trabajar con Hayate Kaneko"

"¿Qué quieres decir?"

"Bueno, él da dinero para ese orfanato desde hace un buen tiempo incluso tras el incendio de Amidahara. Pero la cosa es que acoge a esos niños, como tu y Naoko para que sean sus escudos humanos"

"Eso no es cierto, yo entre por mi propia voluntad", respondí conteniendo mi molestia para no saltar sobre el

"Tal vez, pero estarían dispuestos a dar sus vidas por él, ¿no es así?"

Está buscando provocarme eso lo se... manten la calma Emiya, mantén la calma

"...No veo el punto de esto..."

"Toshio... Quiero que espies a Kaneko para mi"

"¿Qué?"

"Te hable de la "Tierra de nadie" ¿no? Si lo consigo, seré el próximo capitán y el segundo al mando de la familia", aclaro mientras se acomodaba en el asiento mientras lo escuchaba. "Pero para ello necesito informacion, información que Kaneko tiene"

Como un Dragón: TaimaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora