Mi Alma Solo Amo Una Vez, Pero Nunca Fuiste Tú

Capitulo I: Mi Otra Mitad Jamás La Conocí

Cada vez que cerraba los ojos sentía tranquilidad, el viento soplaba de manera dulce en su rostro y movió aquellos cabellos que se escapaban de su peinado, mecía sus túnicas, era tan tranquilo, tan perfecto.

Cuando volvía a abrir sus ojos sentía que regresaba a la realidad, ver cómo los pájaros cantaban, como los caballos galopaban con pesados carruajes resonando en las calles. Podía sentir que estaba vivo.

Que estaba vivo.

¿Debería de alegarse? 

Aquellas personas que agradecen estar vivos son meros hipócritas, ¿Porque estar agradecido? Agradecer que llevas días sin comer pero aún sigues con vida, agradecer como la gente adinerada menosprecia a aquellos necesitados, agradecidos por rogar por unas monedas para comprar algo que estuviera peor podrido ¿Eso llamaban vida? 

Desde lo más profundo de su corazón….

 Odiaba estar vivo. 

Ver cómo las personas que amaba desaparecían, morían al frente de sus ojos. Cómo cambiaban con el pasar de los tiempos, como algunas cosas podían cambiar la mentalidad de algunas personas, odiaba eso. 

Las personas que eran sus vecinos decían que solo era un viejo amargado que ni siquiera pudo conseguir una esposa, sus padres murieron cuando apenas era un adolecente y su hermana se casó para luego abandonar la capital para vivir con su marido, quién era perteneciente a una de las ramas importantes del imperio, pero no quería que su familia tuviera esa vida caótica. Se quedó solo en la residencia de sus padres, nada más habían tres sirvientes que mantenían el lugar en orden para que no se viera tan abandonado.

Se rió para sí mismo al recordar cómo unos niños salieron corriendo al verlo, ¿tan horroroso era? 

Se levantó para ir hacia la cocina, buscó en uno de los armarios el alcohol que sus sirvientes ocultaban de él. Después de buscar por un tiempo lo consiguió.

Volvió a sus aposentos mientras destapaba el frasco con sus dientes, dejo el trapo que lo tapaba a mitad del pasillo, luego dirigió la boquilla del frasco a sus labios sintiendo como el amargo ardor recorría su garganta.

Ni siquiera con eso pudo bajar el nudo que siempre obstruía su garganta.

Se sentó dónde anteriormente estaba para seguir tomando.

Tenía treinta y ocho años, era hijo de los Zhu, hijo de Zhu ZiYuan quien se casó con la amable señorita Jiang Fengmian. Su vida con sus padres era un tanto caótica, la manera en que su padre sometía a su esposa era realmente sorprendente, su hermana y él siempre se escondían cuando ellos discutían.

Su relación con su hermana era buena, ella siempre sabía cómo conplacerlo, sabía sus estados de ánimos con tan solo verlo. 

Pero... ¿Porque tenía esas ganas de no estar vivo? 

Desde que tiene memoria siempre ha tenido un vacío en su vida, como si algo le faltara, como si una parte de él espera el encuentro con algo... con alguien. Las veces que se quedaba viendo a la nada mientras sentía como aquella opresión en su pecho se volvía dolorosa. 

Se sentía solitario estar en esta vida, nunca logró enamorarse, nunca logró concretar un compromiso por conveniencia, nunca logró algo importante en esta vida, la opresión en su pecho y el nudo de su garganta no dejaba que se concentrara lo suficientemente en sus estudios , su padre se enojaba demasiado con él por no lograr las expectativas que le tenía.

No logro entrar como los mejores en el examen de admisión de la capital para servirle al emperador.

Es que ¡Esa maldita opresión era demasiado dolorosa!