Una Aventura Más

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Han pasado dos semanas desde aquél incidente y ahora que la joven castaña se siente mejor fue llamada a la oficina de su jefe para poder hablar en paz y poder arreglar el asunto. Al término de ello, la dulce e ingenua joven regresó a casa algo melancólica, durante su caminata a unas dos calles antes de arribar a casa se topó con su hermano gemelo a quien no pudo ignorar y le dirigió la palabra. Se aproximó a él tomando su hombro.

-Dipper, son las 3 de la tarde ¿Qué haces por aquí? ¿No deberías estar en el trabajo? -Preguntó curiosa.

-Oh... Mabel, hola... Pues, solo pasaba por aquí... ¿Y tú? -Dijo con algo de nerviosismo en su voz.

-Oh... Bueno... Me... Me despidieron... -Admitió con vergüenza.

-¿Qué? -Exclamó con sorpresa-. Pero... ¿Por qué? ¿Bajo qué concepto? -La tomó por los hombros.

-Ese accidente... Cuando tuve ese episodio psicótico... Dijeron que entendían mi enfermedad pero... No creyeron que fuera tan grave y no quieren que alguien salga lastimado... -Decía apenads viendo hacia el suelo-. No los culpo... Yo tampoco creí que fuera tan grave...

-Ay Mabel... Yo comprendo pero estoy casi seguro que es hasta ilegal...

-No Dipper, está bien así... Además, después de tremendo drama que armé ese día no quería ni volver por la pena que siento con todos.

-Yo sé, yo sé, pero, tu esquizofrenia no debería ser tan grave, el doctor dijo que no lo era.

-Si, pero lo es. Ya sabes lo que dicen por ahí, cada día más esquizofrénica... -Rió levemente por lo bajo y luego soltó un suspiro de resignación.

-Mmmm... Bueno, entonces somos dos desempleados, yo también estoy en las mismas... -Encogiéndose de hombros.

-No puede ser... -Poniendo su mano en su rostro-, mamá nos va a matar...

-Sabes que no, tú tranquila -Rodeó a Mabel por su brazo recostando su cabeza sobre su pecho-. Mamá no haría eso, lo que sí es que va a estar preocupada todo el día. Quizá ya hasta empieza a creer que seremos los próximos cajeros del supermercado de la avenida principal de tanto que nos despiden.

-Ya hasta ni siquiera me tomo la molestia de poner mis anteriores trabajos en mi currículum, únicamente escribo los últimos dos y digo que estuve estudiando. -Mencionó con lástima.

-Seh, no es mala táctica a decir verdad...

El camino de regreso a casa fue una extraña combinación entre entretenida y decaída, por un lado se divertían conversando pero a la vez se sentían impotentes y tristes por las situaciones a las que se estaban enfrentando; llegaron a casa y la madre al ver a sus hijos pasar por aquella puerta de la casa con rostro extrañado se dio cuenta de lo que estaba pasando, por lo que únicamente se limitó a suspirar por lo bajo y darles un fuerte abrazo a ambos.

Su madre estaba terminando de cocinar un poco de estofado, al estar lista llamó a sus dos hijos para tomar asiento y poder cenar en familia. La plática era agradable y hacia un tiempo que no pasaban un buen rato juntos.

-Quiza pueda salir con mi amigo después de todo.

-¿A qué te refieres Mabel? -Cuestionó su gemelo.

-Un chico que conocí la semana pasada quería visitar la cafetería que está a unas calles de aquí con temática de perritos y quería que fuese este fin de semana, tal vez cuando venga a casa otra vez le diga.

-¿Quién es? No hemos visto a nadie aquí.

-Era un chico de cabello teñido que tenía como cadenas, ya sabes, están de moda hoy en día. Creo que se llamaba Willy. Vino un par de veces a casa y veíamos películas juntos aquí en la sala.

Reflejos De Inframundo #MabillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora