Regreso

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-¡Tío Stan! -Corría hacia el hombre de traje negro una jovencita de cabellos achocolatados al mismo tiempo que extendía sus brazos de par en par.- ¡Te he echado mucho de menos!

-¡Calabacita! ¿Cómo has estado? -La sujetaba por los aires con cariño.- Espero y que vayas bien en la escuela, que tengas 19 años no significa que dejes de ser mi pequeña niña adorable.

-Voy bien, voy para la mitad de la universidad y estoy en busca de mi licencia para conducir.

-Jeje, pero sabes que no va a suceder... -Replicó el castaño.

-¡Hey! ¡Deja en paz a mi bebé!

-¡Dipper! -Se le acercó otro hombre mayor con gafas dándole un fuerte abrazo- ¡Me alegra verte! ¡Extrañaba con quién realizar mis investigaciones e ir a explorar! ¿Todo bien en casa? ¿Cómo está tu madre?

-Ella está bien, si nos quedamos lo suficiente probablemente venga a Gravity Falls de visita.

-Suena fantástico, amará este pequeño pueblo, te lo aseguro.

-¿Qué están esperando? Entren a la cabaña, y Dipper, estaciona ese auto por aquí cerca, no quiero que estorbe en la entrada. -Dijo el viejo embustero realizando ademanes con sus manos.

Dipper, tras hacer lo que su tío le había encargado, se reunió con el resto de la familia que se encontraba en la habitación de los chicos, estaba justo como lo habían dejado y un aire de nostalgia llegó a los jóvenes gemelos. El lugar no se encontraba lleno de polvo puesto que se había limpiado previamente para que a su llegada estuviera en perfectas condiciones. Los adultos dejaron a sus sobrinos para que acomoden un poco sus cosas en lo que ellos preparaban algo rápido de comer, una lata de sopa de pollo con pan de ajo y limonada para beber.

Tras comer todos juntos en familia se quedaron un poco más en la sala para conversar sobre como les había ido en la vida a cada uno.

-Entonces, ¿Tuvieron muchas aventuras alrededor del mundo? ¡Que impresionante!

-Y eso que no has visto todo lo que descubrimos en nuestros viajes, cosas que me gustaría enseñarte.

-Como verás, Ford se estusiamaba por todo lo nerd que a ustedes dos les gusta, yo iba más que nada por la diversión, la acción y pasar tiempo con él.

-¿Qué tal ustedes chicos? -Preguntó Ford dirigiendo su mirada a ambos jóvenes.

-De momento Mabel estudia artes e historia, yo por mi parte intento poner mi mayor empeño para irme por la rama de física cuántica o algo que se asemeje.

-Sabes que no necesitas eso si me tienes a mí, no quiero echarme flores pero creo que soy el más indicado, ¿No crees? -Decía Ford pavoneándose un poco.

-Con los precios de la escuela quizá y sea lo mejor, pero déjame reconsiderar la oferta y te aviso.

-Me parece razonable... Y... Tú Mabel... ¿Algo que contar...?

-Oh, no, nada relevante, sólo cosas de la escuela y así...

-¿Acaso tendrá que ver con ese vendaje que tienes bajo tu camisa...? -Dijo haciendo referencia de su camisa de gatos color naranja con mangas largas.

-¡Ah! ¡Claro! ¡Me lastimé con algo mientras esculpía! ¡No hay de qué preocuparse! -Hablaba entre nervios.

-No quise preguntar antes... Y perdona que diga ésto pero... Por alguna razón... No te creo...

Los jóvenes gemelos se quedaron sin palabras. Sabían que no podían engañar a su tío genio, no se le escapa nada nunca, pero no creyeron que tanto.

-¿Qué le pasó a tu mano Mabel? -Señalaba con su dedo índice Ford sosteniendo su barbilla con la otra mano. La pregunta les tensó al instante, más a Mabel quien no sabía cómo responder, y Ford notó eso enseguida.- Digo, la mano está vendada con gasas, no es un simple raspón, por lo que tengo algo de... Inquietud por saber qué fue lo que te sucedió.

Reflejos De Inframundo #MabillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora