Peaches & Blueberries » [KAISOO]

ღ Especial XIV ღ

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La tensión naturalmente se podía sentir en el ambiente, en especial porque ni siquiera JongIn o KyungSoo se atrevían a decir algo. El pelirosa tan sólo frunció los labios y KyungSoo terminó por enarcar una ceja después de unos segundos, preguntándose a qué venía ese tono de reclamo en la voz y mirada de IlHwang.

—¿Jagi? ¿Es en serio? ¿Por qué JongIn te llamaría así?

—¿A qué se debe ese tono de voz? — KyungSoo se cruzó de brazos.

—¿Qué tiene mi tono de voz? Sólo lo estoy preguntando porque me parece extraño que dos amigos se llamen así.

—Mierda, ¿a quién puedo engañar? — pensó KyungSoo — Dos amigos jamás se llamarían así, IlHwang lo sabrá todo y no hay manera de impedirlo — suspiró — ¿En serio te parece extraño?

—Demasiado.

—¿Lo criticarás?

—¿Qué?

—No debería sorprenderme, claro.

KyungSoo curvó su sonrisa y observó hacia un costado, haciendo que tanto IlHwang como JongIn frunciesen el ceño en confusión. El pelirosa, guiándose por el tono de voz de su novio, supo que este había tratado de decir algo más e IlHwang compartía también el mismo pensamiento, aunque no supo realmente qué había intentado decir KyungSoo con ello, así como tampoco comprendió esa mirada acusadora que se le fue dada.

—KyungSoo...

—En realidad todo es por causa mía, quise jugarle una broma a KyungSoo-Hyung ya que él... él dijo que odia esa clase de palabras dulces — interrumpió JongIn con cierta excusa tan tonta.

—¿Pero usar esa palabra? ¿No crees que es un poco significativa? — preguntó el más alto.

—Eso no interesa — KyungSoo respondió.

—Claro que sí.

—¿En qué podría ser relevante que JongIn me llame a mí de ese modo?

—Y-yo...

—IlHwang... — KyungSoo marcó el ceño y dio un paso al frente — ¿Comerás helado con nosotros?

IlHwang guardó silencio por unos segundos, sus ojos cayeron en JongIn imaginando que este apartaría la mirada debido al nerviosismo; ocurrió todo lo contrario, JongIn nuevamente parecía retarlo al sostener su firme mirada, y lo peor para IlHwang era que ni siquiera la mirada de JongIn se percibía hostil o furiosa, tan sólo era una tranquila pero al mismo tiempo cargada de determinación, como si estuviese en su derecho.

—La verdad no creo que pueda quedarme — la mirada de IlHwang pasó del rostro de JongIn hacia el de KyungSoo — Se hace tarde y no puedo abusar del permiso que me da mi abuela.

—¿Siguiendo las reglas? — el bajito rió.

—Uhm — a IlHwang no le quedó de otra que reír también, aunque no con sinceridad — Nos vemos otro día.