Peaches & Blueberries » [KAISOO]

ღ Acto Dieciocho ღ

[🔞ADVERTENCIA🔞]: Contenido smut de inicio a fin, lenguaje vulgar, fetiches, etc.

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Sólo pasaron unos cuantos días y la pareja aún oculta del público vivía su mejor momento. JongIn y KyungSoo podían jurar que nada opacaría la felicidad que compartían juntos pues eran capaces de lidiar tanto con sus sentimientos amorosos como con sus repentinos estados de calentura. Una sonrisa cómplice se dibujaba en los labios de ambos cuando recordaban que su último encuentro sexual había sido en el estacionamiento de la Universidad detrás de unos coches en donde las cámaras no llegaban. KyungSoo tenía una rara manía por hacerlo en lugares peligrosos, amaba esa adrenalina.

Todo estaba perfectamente calculado; amaban demasiado tener encuentros amorosos en donde sólo practicaban el romance, los besos de JongIn podían llegar a ser el relajante natural para KyungSoo después de un arduo día de estudios o problemas con compañeros. Sólo era necesario que el mayor le mandase un mensaje a su novio explicándole lo ocurrido para que JongIn apareciese en su puerta y lo llenase de besitos en su rostro y abrazos prolongados hasta que KyungSoo recuperase el buen humor. Un mimado bravucón si lo preguntasen.

JongIn era un novio muy atento, amaba dedicarle frases tan empalagosas a su hermoso matón quedándose también en silencio mientras el mayor le contaba el fatal día que había tenido. Oír los problemas de KyungSoo le gustaba pues sabía que el pelinegro confiaba mucho en él además de obviamente ser su ideal cura a base de besitos en su colorado rostro. El consuelo de KyungSoo resultaban ser esas húmedas caricias en su piel facial hechas con los carnosos labios del menor.

Intimaban, sí, pero a la media justa sin hacerlo tan obsesivo ya que en serio disfrutaban demasiado del cómodo calor que su amor creaba en ellos. Y algo bueno que recalcar era que ninguno de los dos perdía su esencia natural. KyungSoo no dejaba de ser el tosco bravucón de vestimentas rasgadas, oscuras y varoniles aplicando los accesorios de siempre en su cuerpo como cadenas, joyería en el rostro y uno que otro reloj en su muñeca. JongIn seguía luciendo como un hada voluble que parecía volar con el suave viento, tan cariñoso y expresivo desprendiendo buenas vibras para todo aquel con quien se cruzase. Hacían una mezcla tan única y difícil de encontrar que al final de cuentas volvía mucho más sólida su relación puesto que conocían aspectos tan ocultos del contrario que terminaban por enamorarlos mucho más que antes.

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Hacía sólo unos minutos en los que JongIn abandonó el salón de clases una vez que esta terminó despidiéndose velozmente de MoonKyu y WonSik con el pretexto de tener algo importante que hacer, aunque pretexto sería una gran mentira, en realidad JongIn tenía algo demasiado importante que hacer y eso era ver a KyungSoo.

Habían acordado verse por unos minutos la mañana de ese jueves después de la primera clase del moreno para poder compartir algo. JongIn se escabullía a toda marcha entre las personas que transitaban el pasillo dibujando en su atractivo rostro una sonrisa pues deseaba tanto darle los «Buenos días» de forma física a su novio. En el mensaje de KyungSoo, este aclaraba que lo estaría esperando en las escaleras que conducían al almacén subterráneo de la Universidad ubicado por el pabellón F el cual era el menos transitado a esa hora. El mayor conocía muy bien la zona porque era ahí en donde él y sus amigos pasaban muchos momentos fumando o bebiendo alcohol sin ser descubiertos.