𝗖𝗶𝗴𝗮𝗿𝗲𝘁𝘁𝗲𝘀 𝗔𝗳𝘁𝗲𝗿 𝗦𝗲𝘅

𝐶𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑢𝑛 𝑎ñ𝑜 𝑓𝑢𝑒𝑠𝑒 𝑢𝑛 𝑑í𝑎

La escuela comenzó enseguida.

                     

Conseguí trabajo en el turno nocturno de un mercado.

                     

Heeseung se transfirió a la universidad de nuevo y estaba en clases a casi tiempo completo. Así que sólo nos vemos durante las noches en mi casa. He evitado a Sunghoon estos dos meses.

                     

—¿Te veo en la noche? —asiento, Heeseung toma su mochila y su suéter, se acerca a darme un beso.

                     

—Cuídate. —murmuro, él sonríe y asiente mientras se va de la casa.

                     

No rentamos departamentos juntos.

                     

Porque sabemos el proceso estresante que se vive si llegamos a terminar. Lo platicamos mucha veces antes de llegar.

                     

Tomo mis cosas y tomo el autobús para la escuela.

                     

—¡Jake! —volteo a mirar a todos lados, Jungwon me impacta por enfrente y casi me caigo.

                     

—Jungwon. —me río. —Creí que ibas a otra especialidad.

                     

—Eh sí, pero en esta universidad. —levanto las cejas. —Me toca en el edificio B. —asiento.

                     

—Bien.

                     

—Te dejo, tengo clase en cinco minutos. —asiento, lo miro irse a un edificio de tres plantas. Camino hacia mi aula entre los estudiantes de la escuela. Hay muchísimas personas caminando, el corazón se me detiene cuando lo veo.

                     

Está más alto de como lo recordaba y la vista se me nubla cuando me mira. Trae una camisa que me prestó muchas veces.

                     

Es increíble que me siga poniendo nervioso cuando lo veo si ya ha pasado un año.

                     

Lo veo acercarse a mí, y yo no me puedo mover aún, pero en mi último acto de amor propio camino hacia él, pasando de largo, su aroma llena el aire enseguida, y quiero llorar. Ha pasado un año entero desde que no lo veo y todo está difuso. Pero sigo nervioso de que me mire, de que me diga algo.

                     

No he escuchado su voz en todo este tiempo. Y no sé cómo reaccionaré a eso cuando me hable.

                     

Cuando estoy llegando a la primer clase, mi celular suena, contesto sin mirar el número.

                     

—Hola, amor.