Capitulo 18

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Sasuke paseaba por la parte del mercado, donde la escarcha verde estaba apilada como leña a lo largo de los pasillos y torcidos puestos de toldos y alrededor de las ventanas de las tiendas. Compartimientos estaban compuestos de barriles con celosía levantada que parecían glorietas.

Tres cuerdas de escarcha verde colgaban alrededor del cuello de Sasuke, y en una mano una cesta llena de musgo, rosas rojas, y rollos de cinta. En la otra mano estaba la compra de la que estaba más orgulloso, un gran ramo de azucenas blancas como la nieve.

Caminó a lo largo, respirando el limpio olor picante de los pinos y tratando de imaginarse la imagen de Naruto.

No fue difícil. El chico angelical estaba parado, para su sorpresa, a pocos metros de distancia.

Naruto estaba inclinado sobre un chico pequeño, que estaba mirándolo con ojos serios. El chico sostenía un silbato en una mano, y bajo el otro brazo tenía una vaca mecánica con una campana de latón alrededor del cuello.

Sasuke se acercó a la pareja y agudizo el oído para escuchar.

-Sí, Konohamaru, es verdad -Naruto estaba diciendo -¿No lo sabías?

El chico negó con la cabeza.

-Tengo una canción para ayudarte a recordar. Está en inglés, pero pareces un chico muy inteligente, así que podrás entenderla. ¿Quieres oírla?

Konohamaru asintió con la cabeza vigorosamente.

Naruto se puso en cuclillas hasta ponerse al nivel de los ojos del chico.

-"Every time a whistle sounds, an angel falls to the ground" (Cada vez que suena un silbato, un ángel cae al suelo) -Hizo una pausa, frunciendo el ceño y dramáticamente sacudiendo la cabeza. Konohamaru se rió -"And every time a bell rings, an angel gets its wings" (Y cada vez que suena una campana, un ángel recibe sus alas) -Naruto terminó, sonriendo y asintiendo con la cabeza.

El chico miró el silbato, después a la vaca. Puso el silbato abajo y salió corriendo a decirle a su madre que quería la vaca en su lugar.

Naruto se irguió, se inclinó de nuevo para recoger una cesta con escarcha verde. Con una gran sonrisa, dio media vuelta y luego se congeló en el momento que vio a Sasuke.

Sasuke no se movió.

-Creí que aún dormías en tu habitación.

-Pensé que estabas todavía en tu oficina...

No dijeron nada más. La noche anterior estaba todavía demasiado fresca en el recuerdo, e hizo el momento bastante incómodo y tenso.

Naruto miró el cuello de Sasuke y entonces dio una pequeña sonrisa.

-¿De compras?

Sasuke lo miró y se encogió de hombros.

-Sí...

Naruto levantó la canasta que estaba llena de escarcha verde y otras decoraciones festivas de Navidad.

-Yo también.

Sasuke entonces recordó, que no le había dado a Naruto ni un solo yen. Se sintió estúpido, pero después del regaño que le habían dado la noche anterior, el empresario no estaba seguro de cómo preguntarle a Naruto cómo había pagado por todas las cosas. Sasuke miró la cesta del chico angelical por un momento y luego dijo:

-No estoy seguro si debo sacar lo de anoche, pero ayer yo no te di dinero.

Naruto miro a todas partes, menos a Sasuke. Finalmente, suspiró.

-Empeñé la campana -sintió una oleada de culpa a través de él al pensar en la caja azul vacía que estaba reposando en la parte inferior de su cesta.

-¿La campana que te compré en la joyería? ¿Por la que hiciste puchero?

Naruto asintió con la cabeza, y gimió. Sasuke lo tomó del brazo.

-¿Dónde está esa casa de empeño?

-Por esta calle, a pocas cuadras-señaló.

-Vamos -Sasuke siguió por la calle, Naruto a su lado -Deberías haber empeñado el anillo de diamantes en su lugar. Pensé que odiabas esas cosas.

-No podía hacer eso, Sasu.

-¿Por qué no?

-Porque el anillo no significa tanto para mí como la campana.

Sasuke se detuvo y miró al más pequeño.

-Eso tiene sentido.

Naruto dio una pequeña sonrisa.

-No debería tener sentido. No me preguntes por qué. ¡Pero por alguna razón descabellada lo tiene! -Sasuke dio la vuelta y jalo a Naruto por la calle.

Media hora más tarde se encontraban parados debajo de tres globos blancos que colgaban por encima de la casa de empeño Yang Sang, y Sasuke apresuradamente empujo de regreso la hermosa campana a los brazos de Naruto. El más pequeño sostuvo la campana con cautela en su pecho.

-Gracias, Sasu...

Incómodo, Sasuke metió las manos en los bolsillos y miró hacia otro lado.

-¿Quieres un árbol?

La sonrisa de Naruto fue lo suficientemente brillante como para derretir la nieve.

(....)

-Está bien, Hinata. ¡Sé que quieres separarlos... pero se ven tan bien juntos! Sasuke nunca ha tratado a nadie de la forma en que trata a Naruto, y no puedo soportar el separarlos -dijo Suigetsu, mirando al ángel descontenta que volaba por encima de él.

-¡Sé que se ven bien juntos, Suigetsu! -gritó Hinata -Pero ¿no ves el problema? ¡Si se enamoran, entonces Naruto tendrá que irse!

-Pero ya se han enamorado, y Naruto todavía no se ha ido, así que tal vez te equivocaste -Se quejó Suigetsu. Hinata sacudió la cabeza con dureza, con el pelo negro-azulado volando por todas partes.

-Eso es sólo porque Sasuke no ha admitido que está enamorado de Naruto todavía. El milagro que le fue asignado a Naruto era hacer que Sasuke entregara su corazón sin condiciones. ¡Una vez que Sasuke se dé cuenta de que realmente está enamorado de Naruto y entregue todo su corazón... va a ser malo!

-¡Aish, esto es tan complicado! ¿No hay alguna manera para que Naruto permanezca en la Tierra, incluso si se completa el milagro? -Preguntó el abogado. Una vez más Hinata negó con la cabeza.

-No, Naruto tiene que volver al cielo una vez que el milagro se complete. Eso es el decreto de Kakashi. Y nadie se atreve a desobedecer uno de sus decretos. Recuerdo que una vez que estaba muy enfadado conmigo y Naruto, hizo un decreto de que teníamos que quedarnos a 10 metros de él en todo momento, pero luego accidentalmente me acerque a él, porque Naruto me retó a hacerlo...

-Hinata, realmente no es necesario oír todo esto -Suspiró Suigetsu.

-... ¡Y luego los ojos Kakashi se llenaron de fuego y nunca me imaginé que Siberia fuera tan fría! No me dejo salir de allí durante una semana y...

-¡Hinata! -Suigetsu gritó, cortando los disparatares del ángel. Hinata negó con la cabeza y miró hacia abajo al abogado -Entiendo lo que quieres decir. Pero por favor, ahórrame todas tus historias inútiles -Balbuceó el abogado, provocando un gran gesto del ángel.

-Pero te das cuenta de lo importante que es para ayudarme, ¿verdad? -Hinata le preguntó. Suigetsu asintió con la cabeza y se reclinó en su silla.

-Ya he hablado con Sasuke y con Naruto. No sé qué más puedo hacer...

-Por favor, sólo habla con Sasuke una vez más, tú eres lo más cercano a un amigo para él. ¡Tal vez él te escuchará, sólo trata de ser más convincente!

-Bueno, está bien -Suspiró Suigetsu, mirando por la ventana de su oficina. No quería separar a Sasuke de Naruto, pero sabía que tenía que intentarlo. Era lo mejor después de todo...

Fallen Angel // (Sasunaru-Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora