Fallen Angel // (Sasunaru-Adaptación)

Capitulo 4

Sasuke entró en la espaciosa habitación con un suspiro, pellizcando el puente de su nariz cuando vio la forma acurrucada en la cama grande.

Usumaki Naruto (A quien Sasuke había cambiado el nombre por "El mocoso") estaba acurrucado en una bola en el centro de la cama, vestido sólo con una vieja camisa de vestir de Kiba, que le llegaba hasta la mitad de sus muslos. El espectáculo era un poco atractivo, pero el empresario definitivamente no estaba de humor para apreciar lo adorable del chico angelical frente a él.

—Ya, mocoso, Suigetsu me dijo que te negaste a tomar los medicamentos que te mandé —Gritó Sasuke frente al chico mientras estaba parado frente a la cama. Naruto levantó la vista y se acurrucó aún más en una bola. Sasuke llevaba un traje negro, y con su piel blanca y ojos penetrantes, Naruto juró que parecía el diablo -solo que mucho, mucho más guapo-, el chico agregó en el último pensamiento.

—No quiero tomar la medicina — Naruto murmuró debajo de las sabanas donde había enterrado la cabeza. Sasuke suspiró ante la obstinación del chico.

—¿Y por qué eso? ¿Eres alérgico a cualquiera de los medicamentos que te mandé? —Preguntó el chico, su tono fue cortante y formal.

—No....—Naruto respondió después de un minuto.

—Entonces, ¿Qué diablos les pasa a los medicamentos? —Sasuke gruñó. Naruto se estremeció ante el tono áspero.

—¡Todos saben tan asquerosos! —El chico angelical gritó —¡Lo puse en mi boca y pensé que iba a morir!

Lo que explicaría por qué Kiba dijo que Naruto le había escupido la medicina en la cara antes, Sasuke pensó con amargura.

—¿Qué tienes? ¿Cinco? ¿No crees que tienes la edad suficiente para tomar medicina sin quejarte? —Sasuke exigió. Naruto se sentó con el ceño fruncido en el rostro.

—Tengo diecinueve —Naruto respondió triunfante —¡Pero aun así no voy a beber tu agua envenenada! Estás tratando de matarme con ella

—En primer lugar, no es agua envenenada. Y, en segundo lugar, darte medicina es exactamente lo contrario a matarte... Aunque ahora eso suena como una opción más tentadora —Uchiha dijo, su paciencia se le estaba acabando rápidamente.

—¡No! ¡Sabe muy mal! —Naruto se quejó mientras se dejó caer sobre su espalda, las piernas bronceadas se extendieron delante de él.

—¡Mira mocoso, vas a tomar la medicina, incluso si tengo que forzarla a que baje por tu maldita garganta! ¡Yo no voy a dejar que tus lesiones empeoren y mueras y causes que tenga un horrible escándalo de relaciones públicas! He trabajado muy duro para que todo se arruine por un pequeño mocoso idiota —Sasuke prácticamente gritó antes de darse la vuelta y salir de la habitación malhumoradamente.

Fue entonces que Naruto decidió que no le gustaba mucho Uchiha Sasuke... No importa lo guapo que el chico fuera.

﹏﹏

El clima es frío afuera, especialmente para Naruto, que aún llevaba la camisa vieja de Kiba junto con un pantalón de vestir que había encontrado en el armario de la habitación de invitados. No había realmente nada como el "Frío" en el cielo, y aunque se sentía un poco incomodó a causa del clima, todavía le fascinaba. Incluso parado en medio de la banqueta por unos pocos minutos, mirando fijamente a su brazo, en el asombro de cómo el frío volvía su piel de color rosa pálido.

—Mis huesos se van a romper por la mitad si me quedo afuera por mucho tiempo —Naruto murmuró para su mismo mientras el frío se colaba en sus huesos, haciéndolos doler (Otro fenómeno para el chico). Por desgracia para él, era bastante noche y no había edificio abierto para que él pudiera entrar.

Naruto sabía que no debía salir solo, especialmente no en este momento del día (él podía no saber mucho, pero él sabía que nada bueno pasaba en la noche), pero no podía evitarlo.

Apenas una hora antes, Naruto una vez más se negó a tomar el medicamento, incluso después de que Kiba había tratado inteligentemente de poner las pastillas y líquidos en la cena (Naruto se preguntó por qué un chofer estaba haciendo tanto trabajo en la casa...) Este incidente había causado que Sasuke entrara e hiciera realidad su amenaza anterior. Fácilmente acostó a Naruto en la cama y le dio a la fuerza al más joven sus medicamentos, haciendo caso omiso de los gritos de protestas y la tartamudez emitida por Naruto.

Todo esto había dado lugar a Naruto para conocer un hecho seguro:

Uchiha Sasuke era un completo psicópata y necesitaba alejarse de él lo más rápido posible.

Lo cual explicaba porque el pequeño chico estaba vagando por las calles de Tokio hasta pasada la medianoche. Claro que hacía frío y era peligroso afuera, pero para Naruto, era un millón de veces mejor que estar atrapado en una casa con un loco que le daba a la fuerza "Agua envenenada"

Tropezando en una intersección, Naruto sentía como sus extremidades estaban a punto de caerse. Su estómago se quejó ruidosamente, recordándole al chico que había saltado la cena (no es su culpa, ya que esta tenia medicina oculta) y que necesitaba algún tipo de alimento en su cuerpo.

—¡Chico, por aquí!

Naruto se dio la vuelta para encontrar a un grupo de personas en un callejón. Había tanto niño como adultos, todos ellos con abrigos muy gruesos. Algunos de ellos estaban durmiendo en el suelo en las camas improvisadas de cartón, mientras que otros se acurrucaban contra la pared, tratando de estar tan calientes como fuera posible.

Los ojos del chico angelical cayeron sobre la mujer que lo había llamado. La mujer parecía tener sesenta años, pero podrían haber sido sólo las arrugas y las dificultades lo que aventajaba su rostro. Ella tenía cinco hijos, todos muy jóvenes, agrupados en torno a ella, amontonados mientras dormían.

—¿Por qué no traes chamarra, jovencito? —La mujer le preguntó a Naruto cuando el chico se acercó a ella —¡Debes estar congelándote hasta los huesos, pobre de ti!

—Yo estoy bien por ahora —Naruto respondió, aunque sus dientes castañeaban delatándolo. La mujer sonrió amablemente y sacó una lata. Ella luego se volteó a la olla grande que estaba a su lado y sirvió algo del contenido en la lata antes de pasársela a Naruto.

—Ten, por lo menos toma algo caliente para comer —Dijo la mujer —Lo hice hace unas horas, por lo que no está caliente, pero es lo suficientemente cálido

Naruto miró la lata en sus manos y luego hacia abajo a los cinco chicos que estaban durmiendo a los pies de la mujer. El pensamiento de la mujer dándole comida que podría haber guardado para su familia, trajo lágrimas a los ojos de Naruto. Este era el tipo de personas que Naruto siempre había tratado de hacer milagros, la gente linda, amable, que era extremadamente desafortunada en la vida...

—Gra-gracias... —Tartamudeó Naruto. La mujer le sonrió otra vez antes de palmearle el hombro.

—Debes ir a encontrar un lugar cálido para pasar la noche —Dijo amablemente —Alguien tan hermoso como tú no debe pasar la noche en las calles

Naruto se sonrojó ante el cumplido, aunque en su mente sabía que no era tan hermoso como la mujer frente a él. Ella tenía el corazón más hermoso que había visto en su vida.

—Así lo haré —Naruto respondió con una sonrisa propia (una de sus primeras desde que había caído en la tierra) —Muchas gracias

—Considéralo como un regalo para ti —Dijo la mujer —Feliz Navidad

Naruto deseo a la mujer una feliz navidad también, antes de que ella lo acompañara fuera del callejón, diciéndole que tenía que encontrar un lugar más agradable para quedarse.

El jovencito pensó en el callejón con toda esa gente durmiendo en el frío, delgadas hojas de panfletos eran lo único que los separaba del duro suelo. Luego pensó en la casa de Sasuke con su oro dorado y las pinturas que cubrían todas las paredes.

El contraste casi lo hizo enfermar