21. Traición ✾

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Querida Hermione,

Tu tía me pidió que te enviara esto directamente en tu cumpleaños. Espero que te sirva de mucho. Estoy orgullosa de que hayas superado tu prueba con tan buen ánimo. Tu felicidad a través de tus propios tiempos oscuros ha sido un bálsamo muy necesario a lo largo de los nuestros, ya que nuestro mundo parece estar cada día más atrapado en el miedo.

Estoy deseando que se produzca tu tan esperado regreso a la comunidad mágica, y hablo tanto en nombre de Arthur como en el mío propio cuando digo que espero que te sientas libre de hacer de la Madriguera tu hogar hasta que tu tía vuelva a Ottery St. Catchpole. Sabes que tenemos la habitación y que te echamos muchísimo de menos.

Adjunto una cosita de nuestra parte.

Feliz decimoséptimo cumpleaños, querida.

Molly

Hermione dobló la nota con cuidado y la dejó a un lado junto con las cartas aún sin abrir que había recibido esta mañana y la caja encogida que olía a vainilla y pan de jengibre. Cogió la larga y esbelta caja en su regazo y la sacudió, oyendo el deslizamiento y el golpe, y sonriendo. Desató la cinta, levantó la tapa y sacó la varita.

Apuntó a la cinta y, con un golpe seco y un movimiento rápido, dijo: "¡Wingardium Leviosa!". Su sonrisa vaciló cuando no ocurrió nada. Repitió el hechizo. De nuevo no ocurrió nada.

Apuntó a la caja de galletas de Molly y gritó: "¡Finito!".

Nada.

Agitó la varita, pero no apareció ni una chispa.

El pánico la invadió y se le hizo un nudo en el estómago mientras agarraba la varita, dándose cuenta entonces de que el cosquilleo ronroneante que siempre había sentido al sostenerla había desaparecido.

Tragó con fuerza y respiró entrecortadamente varias veces, pero no pudo contener las lágrimas horrorizadas que se le escapaban de los ojos.

Su magia había desaparecido.

Se hizo un ovillo y lloró durante horas.

"¿Seguro que estás bien? Sigues pálida querida

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"¿Seguro que estás bien? Sigues pálida querida. Hace una semana que no te ves bien", dijo la señorita Stephenson. "Nos tienes a todos un poco preocupados".

Hermione puso más empeño en su sonrisa y contestó: "Estoy bien. Sólo echo de menos a mi familia. Hay épocas más duras que otras".

"Oh, todos podemos simpatizar y entender ese sentimiento".

"Ya ni siquiera recuerdo cómo es la mitad de mi familia", dijo la señorita Althorpe.

Esto provocó una repentina oleada de cuánta gente parecía haber olvidado todo el mundo.

𝐃𝐞 𝐦𝐮𝐠𝐠𝐥𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐚 | 𝐒𝐞𝐯𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora