𝐃𝐞 𝐦𝐮𝐠𝐠𝐥𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐚 | 𝐒𝐞𝐯𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞

31. Biografía ✾

Hermione se ató bien la cofia y salió a tomar su habitual paseo constitucional. Bajó los escalones y comenzó a subir la avenida a paso ligero.

"¡Señorita Granger, espere!"

Se volvió a tiempo de ver al señor Simon corriendo tras ella, todavía abrochándose el abrigo contra el frío aire invernal.

"Pensé que podría caminar con usted, esta mañana. Espero que no te importe".

"En absoluto", respondió ella con una sonrisa.

Le tendió el codo y se encaminaron por la avenida hacia la carretera.

"Parece que este invierno no se va a rendir sin luchar", dijo él.

"Eso parece", replicó ella. "Ya habría esperado al menos un poco de calorcito burlón".

El Sr. Simon levantó la vista hacia las nubes gris acero. "Incluso un poco de burla sería bienvenida". Giró la cabeza hacia ella y carraspeó. "Les oí discutir al señor Severus y a usted ayer después del té", dijo con un suspiro. "Espero que todo esté bien".

"Por supuesto. Sólo fue un altercado sin importancia. Yo sufrí cosas mucho peores cuando era su alumno."

Simón exhaló una nube de vapor, mientras casi se desplomaba de alivio.

"Me siento muy aliviado. Temía que fuera peor. Puede tener un carácter desagradable, y temía que se dejara llevar por él."

"Bueno, no me asusto fácilmente, y sospecho que su ladrido es peor que su mordida".

Simon la miró fijamente. "No, por desgracia, no lo es. Su mordedura puede ser devastadora. Por eso estaba preocupado. Pasara lo que pasara entre ustedes, desde entonces ha estado terriblemente alterado y ayer estuvo casi distraído durante nuestra reunión con lady Wrenham."

"Me temo que me excedí en el té."

"Si lo hiciste, entonces lo hiciste espléndidamente a mi manera de pensar. Han llegado a un acuerdo que habría creído imposible ayer por la mañana."

"Oh, eso es espléndido. Me alegro mucho. Sospecho que hay más en Lady Wrenham de lo que parece, aunque no tengo nada bueno que decir de Kate y Mary."

"¿Pero te gusta la señorita Clara?"

Hermione se volvió para mirarlo y, al ver la expresión demasiado esperanzada de su rostro, ladeó la cabeza y le dedicó una sonrisa irónica y una mirada directa. Sus mejillas, ya rosadas por el frío, se sonrojaron de color escarlata.

"Ah, así son las cosas", dijo ella con una sonrisa comprensiva.

Suspiró y siguieron caminando. "Nada bueno saldrá de ello. Es un afecto inútil, pero parece que no consigo que mi corazón entienda el camino de las cosas."

"Lo comprendo. Ella misma lo dijo".

Se detuvo de nuevo y se volvió hacia ella. "¿Ella lo dijo? ¿Qué ha dicho? ¡Tiene que contármelo todo!".

"Oh, querido, ¿de verdad quiere saberlo? Me temo que sólo le haría más daño".

" '¿Quién amó que no amara a primera vista? ", citó.

"Veré a su Shakespeare y le criaré a Sócrates. 'El amor más ardiente tiene el final más frío'. "

Hizo una mueca. "No me gusta mucho tu cita. No me extraña que le hicieran beber veneno".

Ella hizo una mueca de dolor y siguieron caminando. "La señorita Clara le adora, señor Simon, pero ha dejado claro que de ninguna manera se le permitiría el honor de su afecto. Está tratando de resignarse a su destino. Usted no le hace ningún favor con sus sentimientos. El ejemplo de su hermana es demasiado audaz".