•CAPÍTULO CUATRO•

285 16 0
                                    

Meghan

Camino con Louise a mi lado y con nuestras bandejas llenas de comida, buscando una mesa vacía en el comedor. Estábamos en la misma clase antes del receso, así que decidimos venir juntas a almorzar.

—Entonces —comienza a decir cuando nos sentamos en una esquina solitaria, y antes de que termine de hablar creo saber sobre lo que va a preguntar—, ¿tu mamá quiere que vuelvas con Connor?

—Y tu mejor amigo es un poco —finjo pensar—, ¿cómo llamarlo? Ah si, hablador de más.

Ella se ríe. —Es que me confía algunas cosas.

—Por alguna razón, mi madre cree que Connor es el chico perfecto —le doy un sorbo a mi jugo de naranja—. Y tal vez lo sea para ti, pero te aseguro, que para mí no lo es.

Por suerte, ninguno de nuestros amigos está sentado en la mesa con nosotras. Solo estamos Louise y yo. Lo cual agradezco internamente, ya que no estamos teniendo una conversación como para tener con otras personas alrededor.

—¿Y también es del tipo de madre que no acepta lo que quiere su hija?

—Justo de ese tipo —asiento—. Ella cree que soy demasiado joven como para saber lo que de verdad necesito a largo plazo. Así que, me presiona para que me comporte como ella lo haría y en el proceso también decide por mí.

—Lo siento —arruga la nariz—. Eso suena triste y horrible.

—Está bien —me encojo de hombros—. Lo que sucede es que ahora Connor está contigo. Y él es feliz, tú también lo eres. Mi madre tiene que entender que él y yo no volveremos a estar juntos. Nunca más.

—Y para que ella lo entienda le pediste ayuda a Noah —aparta la mirada demasiado rápido y comienza a juguetear con la comida en su plato.

Parecía insegura de hacerme esa pregunta.

—Ya conoces toda la historia.

—Lo hago —admite—. Pero no por ti.

Levanto un hombro. —No hay demasiado para agregar. Le pedí a Noah que finja ser mi novio durante un tiempo para que así mi madre deje de presionarme sobre Connor. Noah se negó al principio, sin ni siquiera pensarlo, pero al final, terminó aceptando.

—Hay algo que no entiendo.

—¿Qué cosa? —pregunto.

—¿Por qué se lo pediste a Noah? —parece confundida—. Digo, ustedes no son ni siquiera un poco cercanos.

Esa es una buena pregunta.

¿Por qué le pedí a Noah, de entre todas las personas ese favor?

No lo sé con exactitud, lo único de lo que estoy segura, es que quiero demostrarle a mi madre que estoy lista para empezar a tomar mis propias decisiones, hacer lo que yo quiero y no lo que ella espera de mí. Y Noah es el chico ideal para eso, para revelarme por primera vez en mi vida.

Pero también tengo como un sentimiento que no puedo explicar, es algo extraño que me empuja hacia él todo el tiempo. Algo que hizo clic en mi cabeza cuando estaba tratando de averiguar a quien podía pedirle ser mi novio falso y entonces lo vi caminando por el pasillo tan alto y atractivo como siempre. En ese momento solo lo supe, supe que tenía que ser Noah Miller quien tomara el papel de novio falso y no podía ser nadie más que él.

—¿Estás molesta por qué se lo pedí a él?

—¿Qué? No —niega—. Claro que no. Lamento si te di esa impresión, es solo que estoy algo confundida.

Perfectos EnemigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora