Bonten Cyberpunk

EPÍLOGO

- No por favor no diré nada... lo juro.
- Mmmm suena bien para mi, pero no para Solarium. - sonrió Rindou divertido viendo al hombre atado de manos en la espalda en el suelo de rodillas frente a él.
- No me maten, diré lo que quieran por favor.- suplicó aun sabiendo que era inútil.
- Ya no te necesitamos, ya no hay mas nada que digas que no saquemos después. - respondió para chasquear los dedos, girarse sobre sus pasos e ir hasta donde estaba su hermano sentado sobre un par de cajas fumando observando la escena. - Mátenlo y limpien todo.

Ordenó con un chasquido de dedos mientras seguía caminando tranquilamente, Ran le siguió los pasos luego de bajar de las cajas con una sonrisita sádica al escuchar los disparos de aquellas armas de sus secuaces, los gritos de desesperación de ese hombre y de la música estridente que sonaba a lo lejos de aquel edificio mezclándose entre ellos dando música a los oídos a ambos miembros de Bonten. Los hermanos caminaban por el pasillo de aquel sótano rumbo de vuelta a la fiesta, en planta baja y cada vez mas el sonido de aquel sitio se hacia notar, lo cual se hacia perfecto para ocultar los sonidos del horror del sótano al amortiguarlo.

- ¿Irás a ver a ese chico? - preguntó curioso mientras fumaba y exhalaba el humo del cigarrillo por la nariz. Le divertía esa novela romántica.
- Solo ver que este bien.
- Es obvio que te interesa mas de la cuenta, está bien, te apoyaré, a pesar de tus decisiones.
- No vengas con esas cosas, porque tú también te interesaste en su gemelo, eres ciego aniki.

Ran se rio, luego Rindou; salieron por la gran puerta de metal a un pasillo que daba a una fiesta de forma directa en el segundo piso, desde el balcón podían ver a la muchedumbre bailar al son de la música cibernética hipnotizante del Paradise Club Seven, ahora todo ese ruido invadió sus oídos como si de una guerra se tratase, la noche era joven y la ciudad seguía viva. Se quedaron observando aquel espectáculo, sonrientes, habían tenido una buena racha desde hace muchos días desde que recuperaron la información de la ficha de ajedrez por la que tanto tuvieron que pasar. De pronto el intercomunicador de Ran sonó, él aceptó la llamada y rápidamente la voz carismática de Kokonoi se hizo presente.

- Hey Ran, sé que estás con Rindou allí, asi que háganme el favor y vayan al hospital abandonado de la zona marginal en la zona sur, un nuevo cliente quiere contactarnos, ofrece mucha pasta asi que quiero que corroboren si es verdad o no, con cuidado que no quiero que se me mueran los pollitos de oro.
- ¿Que clase de negocios quiere hacer con nosotros?
- A veces haces preguntas tontitas. - se escuchó la risa de Koko del otro lado. - Ilegales Ran y hey el hospital abandonado queda cerca de donde trabajan sus amiguitos, podrán visitarlos, ¿Verdad?

Los Haitani se quedaron en silencio, se miraron entre si, sonrieron y Ran cortó la llamada para con un movimiento de cabeza le indicó a Rindou que lo siguiera, tenían un nuevo trabajo, una nueva oportunidad de ver a los Kawata.