➳ quattro

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EU ALTO AHÍ. Este capítulo tiene contenido explícito, osea smut. Si eres menor de dieciséis años VETE POR DONDE VINISTE !! No te pierdes de mucho chau loco.

Los dos estaban pasándola demasiado bien en este instante, tomándose de las manos, moviendo las caderas y dando vueltas entre ellos para seguir el ritmo de la música

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Los dos estaban pasándola demasiado bien en este instante, tomándose de las manos, moviendo las caderas y dando vueltas entre ellos para seguir el ritmo de la música. Alrededor habían más personas bailando, dejando que sus cuerpos sintieran la euforia que les causaba.

En una parte de zona de turismo se reunían personas para bailar, como una forma para que pudieran desestresarse de alguna situación. Shoyo le encantó verlos, era un experto en el baile debido a los años que vivió en Brasil, lugar donde está muy presente debido a las constantes fiestas y celebraciones. No dudó en tomar la mano de Tobio para llevarlo a la multitud, dándole igual en que le renegara en voz baja que no sabía bailar.

Shoyo se propuso en enseñarle pasos básicos para que pudiera seguirlo, por supuesto aprendió de forma rápida. Después de cinco minutos dejó que sus movimientos fluyeran, sintiéndose menos tenso al estar en un lugar público. Tobio sólo estaba acostumbrado en bailar en la sala o habitación con Shoyo, no dándole miedo en equivocarse y tomando con gracia cuando Shoyo se quejaba de que le piso algún dedo del pie.

Tobio intentó relajarse por el ambiente del lugar, se escuchaban risas y voces alegres hablando entre sí. La brisa de la noche era suave, se escuchaba de fondo las olas del mar chocar, recordandole que estas eran vacaciones para pasarla bien. Miró a Shoyo que sonreía contento de estar pasando este momento junto a él. Decidido Tobio lo tomó de las mejillas, se acercó a sus labios para depositarle un beso que fue correspondido con mucho más cariño.

Escucharon virotes, se alejaron y sonrieron un tanto apenados al descubrir que eran para ellos.

— ¡Qué lindos son! — Una señora los miró con una sonrisa alegre.

— ¡Gracias! — Shoyo respondió al instante con la misma energía, tomó la mano de Tobio y acarició su dorso.

La señora se acercó hacia ellos para poder hablar sin apuros. — ¿Son novios o esposos? — Ladeó ligeramente la cabeza.

La pregunta le cayó como balde de agua fría a Tobio. De todas las cosas que podía preguntar, ¿tenía que ser eso? ¡¿Justo cuando ha tenido varias crisis en estos días debido a que no ha podido pedirle matrimonio a Shoyo?! ¡¿Qué mensaje quería darle el universo?!

Shoyo rió nervioso, era de las pocas preguntas que podían causarle esa emoción. Sintió la mano de Tobio tensarse en su agarre, lo cual fue malo porque había hecho lo posible para que no estuviera así de nuevo. En estos días observó con atención como Tobio, en su soledad, tensaba la mandíbula de la misma forma cuando perdía un partido y se quedaba pensando en qué pudo haber fallado o qué debía de mejorar.

No tenía ni idea de lo que pasaba con él, por lo que trataba de hacer la estadía más amena. Decidió darle su espacio durante un día más, no quería presionarlo porque sabía que Tobio no era muy vocal cuando atravesaba por un problema. Pero ahora, notando en qué momento se tensó, sus sospechas comenzaron a levantarse un poco.

La luz del día | KageHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora