𝑨 𝑵𝒆𝒘 𝑩𝒆𝒈𝒊𝒏𝒏𝒊𝒏𝒈 ☆ [Editando]

𝟭𝟰| Insatiable

fourteen

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Regulus y Scott entraron a la habitación del último, donde está Stiles acostado en la cama y Melissa lo terminaba de revisar. Los dos voltearon a verlos.

—¿Ella esta aquí? —cuestionó Stiles apoyándose sobre sus codos para sentarse.

—Sí —asistió Regulus ligeramente con la cabeza.

—Bien, hagamos esto.

A pesar de las palabras del chico, nadie se movió, y en cambio, compartieron unas miradas, con el mismo pensamiento de
que era una mala idea.

—Por favor, debemos hacerlo —insistió Stiles. Levantándose de la cama —vamos.

Los chicos solo suspiraron con derrota. No tardaron en acercarse a Stiles para ayudarlo a caminar al darse cuenta de que aún se sentía algo débil, para luego, bajar hacia el primer piso de la casa McCall, en donde ya los estaban esperando Noshiko Yukimura.

—¿Me reconoces? —preguntó la mujer.

Stiles asintió con su cabeza y luego giró a ver a sus amigos, para luego dar unos cuantos pasos hacia adelante.

Entonces, se escuchó un portazo, y luego Kira llegó hasta su madre corriendo, con una expresión de preocupación en su rostro.

—Basta —le exigió a su progenitora.

—Está bien —aclaró Stiles —yo fui el que le pidió que viniera.

—Tú eres el que será atravesado con espadas —expresó finalmente lo que todos se habían estado pensando. Kira miró a su madre de nuevo —mamá, no le hagas esto.

—Ya está hecho.

Dos oni se materializaron frente a ellos. No perdieron ni un segundo, y rodearon a Stiles rápidamente, uno sosteniéndolo, mientras que el otro se posicionó frente suyo y tomó su rostro con una mano, mirándolo intensamente.

No debió ser más de unos diez segundos llenos de ansiedad y nerviosismo que todos sintieron.

Stiles cayó al suelo cuando el oni lo soltó finalmente, para después estos desaparecer.

—Revisen su oreja.

Regulus y Scott se acercaron rápidamente a Stiles que aún seguía en el mismo lugar, temblando. Voltearon un poco su rostro hacia un lado para así poder ver detrás de su oreja como había ordenado Noshiko. Dejaron escapar un suspiro de alivio al darse cuenta del número cinco invertido que habían dejado los oni en su piel, tal y como habían hecho con todos en su momento.